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Cuentos/Narraciones y demas Historias.

Esta es una discusión para el tema Cuentos/Narraciones y demas Historias. en el foro Libros, bajo la categoría Temas de Interes General; Iniciado por SpikeSpiegel "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí." Tito Monterroso Los cuentos deben ser creados por ti. Aunque ...
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  1. #41
    Senior Member Avatar de Sasuke
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    Predeterminado Re: regr

    Cita Iniciado por SpikeSpiegel
    "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí." Tito Monterroso
    Los cuentos deben ser creados por ti. Aunque aprovecho para decir que los juegos de Monterroso con los límites de los cuentos son "interesantes" xP.

  2. #42
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    Predeterminado

    Aca va un pequeño relato mio .... Mientras duermes:

    Su perfume es distinto ahora, es más lejano, apartado, algo que no me concierne a mi ni a nadie de este mundo. Su piel esta fría y sus músculos rígidos, ja, no eres nada sensual desnudo y en la cama, ya no esta el brillo de tus ojos, tu sonrisa parece haberse marchitado y tu aliento deja mucho que desear. ¿Has probado la sangre sobre tu piel? Es un sabor exquisito, si, si, algo salado y espeso, pero es un manjar, puedo sentirme totalmente dueña de ti. Aunque te sigues viendo hermoso nunca pensé que fueras tan frío en la cama, ¿o lo haces a propósito? No creo que sea por tu amiga, que ni habla, ¿te confieso algo?, parece como si estuviera muerta. No, no en metáfora, tu me entiendes, m-u-e-r-t-a, ni siquiera abre los ojos, y esa posición toda torcida, ¿no te parece extraña? También probé la sangre que tiene ella sobre sus labios, y te digo, con toda sinceridad, ¡que asco, por dios! ¿Cómo te puede gustar alguien con un sabor así? Te juro que hasta ganas de vomitar me dieron, pero como en este cuarto no hay ni baño, me tuve que aguantar. Pero tengo que aceptar que los dos son igual de fríos, talvez por eso se gustaban ¿no? La verdad no pensé que fueras tan estúpido, ¿cambiarme por un par de senos grandes, un trasero enorme y una minifalda pegada? Ja, pero tienes que admitir que ahora no son la gran cosa, y ni siquiera eran de verdad, pura silicona. Si, amor, no eran de verdad, ¿acaso no te lo demostré? Talvez, me excedí como dijiste, pero estaba furiosa. Aunque también creo que le hice un favor, ¿acaso no se ve más hermosa así? No se, como que el tono lúgubre le cae muy bien, deberías aconsejarle que se vista con ropa negra, aunque ahora no creo que le sirva de mucho, jaja. ¿Qué tanto miras, ah? No me salgas con que porque estas con los ojos cerrados no ves nada, yo se que la estas mirando, ¿quieres que me enfurezca otra vez? Si, se que debo calmarme, pero no puedo evitar los celos que me da esa ramera, pero dime una palabra siquiera, un beso, algo, estas quieto ahí en la cama, ni te mueves, no pensé que fueras tan flojo amor, jaja, ya no importa, debes estar cansado, duerme unos minutos mientras que yo veo que hago con esa puta, ah y abrígate, estas muy pálido, cualquiera que te viera así diría que estas muerto.


    ***


    Me dijo adiós, sin una lagrima en los ojos, el descarado. Dijo que me amaba y que nos casaríamos, y ahora me bota igual que una perra. Ni siquiera me miro, solo salió de su instituto con frescura y soberbia, se acerco, termino todo, adiós, dijo. Yo quede confundida, la sonrisa que tenia se borro instantáneamente y con un atropello de palabras, porque, porque mi amor, quise detenerlo, cogiéndole las manos, pero solo recibí un empujón, con odio, con asco. Sentí que un frió invadía todo mi cuerpo, mi cabeza retumbaba, y trataba con las pocas fuerzas que tenia, de no botar ni una sola lagrima. Tenia unas ganas de agarrarlo del cuello y doblárselo, que sintiera lo que mi corazón estaba sintiendo, que se rompiera en mil pedazos, clavarle una lanza, dos, tres, quería verlo sufrir, maldito. Baje la mirada y comencé a caminar, sentía como las lagrimas recorrían mis mejillas, mientras mis puños se endurecían. En casa no salude a nadie, no almorcé, solo subí corriendo las escaleras y me tumbe en la cama de mi cuarto. Lloraba sin parar, con un odio puro y sincero, lloraba y me daba asco verme así, ningún hombre vale la pena de una lagrima, todos son unos perros, mentirosos. Daba vueltas de un lado a otro, pensando en la expresión de su rostro, fresco y con una naturalidad siniestra. Pase todo el día tirada en mi cama recordando lo que me dijo, y cada vez que lo hacia podía notar con más claridad los rasgos sobre su rostro: el ceño fruncido, la mirada encolerizada, una pequeña gota de sudor en la frente. Pero lo que al principio no percibí, y poco a poco fui notando, fue el perfume extraño que traía. No era su perfume normal, y menos uno de hombre, era un perfume de mujer y tan solo la fragancia hacia imaginar que mujercita lo usaría. Un olor suave, penetrante y con una agresividad sublime era la marca de esas mujeres soberbias, calentonas y cuyo único atractivo consiste en un par de senos grandes conjugados con un trasero prominente. Entonces comprendí todo, Alberto había conocido a una mujer así y, con lo fácil que se llega al corazón de un hombre, si primero seduces el pequeño inquilino de abajo, había caído en sus garras. Aun tenia esperanzas, para los hombres el sexo era algo casi imposible de rechazar, y si una mujer con rasgos de estrella pornográfica se les cruzaba, bien las ganas de aumentar su ego o los sueños sudorosos por las noches, hacían casi inevitable que no dejaran todo de lado con tal de obtener lo que deseaban. Una sonrisa broto en mi, abrí el ropero y saque el polo que había dejado Alberto hace una semana, cuando mis padres salieron de viaje y me dejaron en casa sola. Aun se sentía claramente el perfume de Alberto sobre el polo, pero era el delicado aroma de su sudor lo que me gustaba tanto. Había días en que pasaba toda la tarde oliendo aquel polo, recordando las noches intensas que vivimos en esa semana, las promesas de amor de Alberto, los poemas que me recitaba, que el decía que eran suyos pero yo sabia bien que los había sacado de un libro. Yo sentía que Alberto era el hombre de mi vida, quizás por sus ganas de vivir que siempre irradiaba, o su gran gusto a la hora de vestir, o su erotismo al susurrarme palabras al oído, o la virilidad que emanaba, o porque simplemente uno sabia si algo era hecho por él, pues su sello era inconfundible: era perfecto. Pero nunca me había tratado como lo hizo en la mañana, siempre me decía palabras hermosas acompañadas de besos tiernos y jugando me tomaba de la cintura y me apretaba contra su cuerpo, siempre riendo y besándome, pasando sus manos por todo mi cuerpo, apretando cada vez un poco más nuestra intimidad. Y yo reía con sus chistes aunque fueran malos, porque verlo sonreír era toda una aventura, porque cuando sonreía sus dientes blancos y perfectos bailaban con sus ojos, y sus mejillas se ensanchaban y uno podía apreciar una carcajada maravillosa. Decir que estaba enamorada era poco, hipnotizada seria mas acertado, pues no había nada que el quisiera que yo le negara, incluso si el me hubiese pedido que matara a alguien, sin pensarlo lo hubiera hecho. Se que suena exagerado, incluso podrían tildarme de loca obsesionada, pero no, esto es amar de verdad, ¿Acaso cuando uno no ama a alguien es capaz de todo? Pues yo no solo decía esta frase, sino que creía firmemente en ella. Una de mis amigas me dijo una vez que llego a pensar que estaba desquiciada, cuando le encontré una carta, con la letra de Alberto, en su mochila. Recuerdo que comencé a romper todos sus cuadernos, lapiceros y todo lo que encontraba dentro, y cuando mi amiga regreso al cuarto, pues había ido al baño, puso una cara de confusión inmensa. No pensé y me lance encima de ella, mis uñas las clave en su hombro, y los gritos de dolor de Natty hicieron que mis padres, asustados, subieran hasta a mi cuarto y a la fuerza me separaran de ella. Después me arrepentí de todo esto, pues descubrí que aquella carta había llegado por error hasta Natty, y que siempre había estado dirigida para mi. Aunque lamente un poco lo sucedido sentí cierta satisfacción al saber que tenia el valor para defender a mi hombre con uñas y dientes, y además había dejado muy en claro para cualquiera que me conociera que quien se metiera con Alberto, sufriría las consecuencias. Y ahora sucedía esto, alguien se había atrevido a meterse con él, no podía permitir que lo confundieran, Alberto me amaba solo a mi y eso era obvio, tres años juntos con alguien no son por gusto, y una tipita cualquiera no podía venir a estropear todo lo lindo que tenemos. Lo primero es averiguar de quien se trataba y planear las cosas con mucho cuidado, la cautela no es una de mis virtudes, pero si quiero que todo salga bien tengo que ser extremadamente cautelosa, cabeza fría y calculadora, jaja, hay veces en que me doy miedo.


    ***


    Natalia ya estaba al frente del edificio, lo miraba con cierta duda, creo que la fachada no le inspiraba mucha confianza, pero la carta que le había enviado, simulando ser Alberto, haría que en uno u otro momento entrara. Mientras miraba como Natalia habría el portón del edificio vivieron a mi imágenes de que sucedió en la tarde, Alberto mirándome otra vez con desprecio, y lo que termino por destruir mi corazón, tomando de la mano a esa perra y besándola delante mío, sin ningún respeto por lo que alguna vez creí que era amor. Me insulto de lo peor, me dijo que solo había sido una aventura de momento para él, que era muy poca mujer comparada con Natalia, y que era necesario tan solo un espejo para darse cuenta de ello. Después de besarse los dos comenzaron a reírse en mi cara y se decían, así mismos, como si yo no existiera, que era una pobre infeliz. Salí corriendo y llorando de ahí, sintiendo el odio que había sentido en la mañana, pero multiplicado mil veces. Pero cuando llegue a mi cuarto no salió una lagrima más, me senté en mi escritorio, cogí un papel y comencé a redactar una carta para Natalia de parte de Alberto. Si, la cite en un edificio que quedaba en la Avenida Canevaro, y allí estaba ella, a las diez como le había dicho en la carta, pero ya iba quince minutos afuera, si se demoraba más terminaría encontrándose con Alberto, a quien también había citado en el mismo lugar, pero veinte minutos después. Paso cinco minutos más para que entrara, no me quedaba mucho tiempo para hacer lo que había planeado, tenia que entrar al edificio y encargarme rápidamente de ella, así cuando subiera Alberto la encontraría como yo quería que la viera, y confundido seria fácil terminar con lo que tenia en mente. Subí y cuando abrí la puerta Natalia no pudo disimular su asombro, con fuerza me tire encima de ella y le di un golpe en la cabeza con la piedra que había traído, ella cayo desplomada causando un ruido fuerte, rápidamente la levante y la puse encima de la silla, pase una soga entre sus brazos y piernas, y con la mayor fuera posible la amarre. Me senté en la cama y la comencé a mirar no podía evitar reírme, y cuando note que comenzó a despertarme reí con mas fuerza, cada vez con más fuerza hasta llegar al punto de reír sin control mientras ella lloraba de miedo, lloraba y gritaba, y yo, y yo, solo reía.


    ***


    Jaja, mi amor, Alberto, te ves tan sexy con ese calzoncillo amarillo, jaja, no me insultes mi vida, ¿No ves lo que tengo en la mano? Jaja, no te asusta a ti, talvez, ¿pero a ella? Mírala como llora parece una nena, mira como suda, es una gallina, el reloj dice que ya se hace tarde mi amor, tengo que comenzar ya, y ella va primero, jaja, mira esta que chilla, grita y patalea, como si eso la fuera a ayudar, jajajajaja, que asco me das mujer, ya cállate, dile que se calle mi amor, o sino mi cuchillo arrancara su lengua, jaja, pero a las finales, que importa, no creo que su lengua sea su atractivo, jajaja, bueno y como dicen en las películas, llego la hora de morir, jaja.
    kaelimoN

  3. #43
    Aldamont
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    Predeterminado Heterogèneo y Cuadriculado

    :arrow: Se prestò a algunas deducciones q no tenian nada de razòn, solo me refiero a la imagen de dos chicos q vì una vez, cuando salìa tarde de una fiesta bien aburrida. Dos tipos de los cuales uno se veìa tan adolorido y ensimismado q era dificil no percatarse; en el camino a casa pensaba en sus motivos, siempre me ha llamado la atenciòn el llanto masculino. Me pareciò desde un principio q uno aconsejaba amicalmente y con algo de làstima al otro, quien sabe, quizàs tenìa el corazòn roto al igual q yo, quizà eso creia por mi estado emocional. El tìtulo, cadavre exquis, no hace alusiòn a la tècnica de juego sino a la del dibujo q mirè mientras terminaba de escribir esto y empezaba otra cosa. Era una època muy triste, aunq no tanto como esta.
    En realidad, a veces el estro te toca en lugares inesperados y hay momentos en los q juegas no solamente con la fantasìa cogiendo pluma, sino tamb con matices q involucran una real escena q viviste por mera casualidad.
    Adieu

    "Cadaver Exquisito"

    Los chicos parecen conversar de muchas cosas antes del amanecer. Aún están afectados por el olor del antro q dejaron minutos atrás... aunque uno me parece más afectado y ebrio q el otro. El menor de ellos debido al llanto, habla y respira con dificultad... trata de hacerse entender lo suficientemente bien como para quedarse tranquilo y q el tipo q tiene al lado se interese en lo q está diciendo, en aquella supuesta conversación q más bien parece ser soliloquio.
    Sentado en la acera, en una calle silenciosa y q va dejando de ser oscura con cada minuto q pasa, un hombre trata de ser sincero y resolver acertijos con la ayuda de otro; pero todos sabemos q las personas aturdidas por distintos olores y ebrias además, no precisamente prestan la debida atención, y este es el caso del miserable interlocutor q no ayuda en esta ocasión (lo q no lo vuelve una mala persona, ni mucho menos). De cualquier forma, siendo escuchado o no, el chico q bebió menos, q tiene menos ganas de llegar a casa a descansar y q se equivoca más, habla todo lo q puede... no importan las circunstancias, todas las palabras salen de igual manera. Hablando de él y viéndolo, me vienen a la mente las excepcionales palabras de C.A. Smith, cuando describía el “Necronomicón” y a su poder también; espero recordar todo lo q ha pasado esta madrugada antes de la alborada.... Me siento como cuando en el 96’, tuve q detallar para una asignación algo sobre la apariencia y origen de coihues y gazanias, sin conocer mucho del tema... mi profesor solía explicar lo mejor q podía un tema, antes de asignar los trabajos de fin de año, y yo sin entender (como la mayoría en el salón) bromeaba al respecto!.... en fin!.
    No puedo definir con exactitud lo q sea q este chico le dice al otro, por más q lo sospeche o hasta crea saber q es; el motivo es quizá la falta de confianza en mi intuición. Antes de irme veo al chico q pretende resolver acertijos, un poco más calmado... y la expresión q tenía hace poco ha cambiado, aunque su mirada aún es la misma de cuando comencé a observarlo... esa mirada conmovería hasta al ser más indiferente q haya en el mundo; se para e invita al tipo de su costado a hacer lo mismo... se van del lugar caminando apresuradamente hacia la avenida (la hora no tiene nada q ver con eso, supongo). Uno de ellos dice algo con voz bajísima pero q alcanzo a oír: “ ¿A quién hay q matar para ser felíz?”.
    Yo también tengo q irme de aquí debido a lo tarde q es y a el ruido de un grillo insufrible... “supongo q los suicidas también acaban pagando culpas en el infierno chicos”.



  4. #44
    Senior Member Avatar de MSC^BlueEyes
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    Predeterminado

    Esto nace, bueno va nacer ahora mismo, de una mini exposición de cuentos/poesías de aficionados en la que leí una que otra cosa interesante.

    EL AMO DE LOS LIBROS

    Porque los ví y el sudor en mis manos me indicó de alguna manera, que en algún momento, por circunstancias desconocidas, serían mios.

    Era un día caluroso de febreron aún, el tiempo pasa lento en cuando no se tiene algo que hacer, en que mantener la mente ocupada.

    Deseaba ella que fuera ya fin de año y que las cosas terminen antes de empezar, porque, se decía a si misma, existen lugares y personas que prefiero evitar.

    Trata de no resaltar por donde pasa, hace unos días tuvo una pesadilla, y de alguna manera sabe que vió algo de verdad en toda esa fantasía. Ha notado un par de cosas, y necesita pensar, paz.

    En otro lado de la ciudad un hombre observa los libros en un mostrador, lee cuidadosamente los títulos tratando de no perderse una letra, o algún detalle de la tapa, sea empaste. Observa cada esquina y trata, en vano, contar las páginas con la vista. Quiere entrar a preguntar; pero algo lo detiene, una voz.

    Apura que se hace tarde - Le grita la insaciable voz de la explotación humana, sea trabajo. Esta vez con la figura de la mujer opresora.

    ¿Tarde?, piensa, tarde fue cuando escojí esta vida, tal vez ahora este viviendo mi futuro. Mira su reloj.

    Algunos conceptos filosóficos han calado hondo en su pensamiento, ante la pasividad de su conciencia el hombre ha desarrollado la idea de que ya todo es perdido, que las cosas pasan porque pasan, y que no existe un algo más a que recurrir. Estoy solo, piensa.

    Esquiva a las personas, a veces con rudeza, esta apurado ahora, sabe lo que pasará si llega tarde.

    La gente se mueve con prisa, acelerados por el ritmo. La ciudad es rápida; pero no por si misma. A veces todo parece caos y desorden, los perros deambulan temprano en busca de comida.

    Continuará...
    Bleu
    Bueno ya que estamos con esto de las redes sociales, ahí va mi tumblr:
    http://bleudchanel.tumblr.com/

  5. #45
    Aldamont
    Guest

    Predeterminado Un *garabato del mes de mi cumpleaños

    :arrowd:

    "A-nir Entre Alianzas De Ensueño"

    :: :: :: Lo ùnico q le encontraba incòmodo ese dìa ùnico a mi vestido de novia eran los dos alfileres plateados, enormes, q la costurera habìa puesto en el ùltimo dìa de pruebas. Uno mal ubicado a la altura del pecho, debajo de mi esternòn y clavìcula izquierda, y el otro a la altura de la ùltima de mis costillas, tambièn a la izquierda. Nunca me habìa hecho a la idea de q llegado el momento disidirìa diseñar mi propio vestido para tamaño evento, por eso no lo hice. Mi gran esfuerzo se redujo solamente a describir, ensimismada con mis alucinaciones acerca de la semejanza q habrìa de tener con el traje q llevarìa mi futuro esposo y los colores q me comenzaron a gustar desde los 20, entre pausas y malas interpretaciones un vestido q no debìa ser blanco mas sì verde esperanza con ningùn brillo particular q no sea proveniente de la parte inferior del mismo o naciera en mis ojos al sonreìr. Estaba màs q decidido, planificado antes de q yo misma me diera cuenta. Mi mamà habìa puesto meses antes el grito en el cielo al enterarse del color q habìa elegido para mi vestido, y yo me soplè una perorata absurda q iniciò ella diciendo algo sobre las costumbres, pero todas sus frustraciones y poca astucia en lo q a bodas se refiere me daban màs la razòn. Igual la dejè q terminara de hablar (y vociferar como suele hacer durante los paroxismos de sus autodiscusiones) y sòlo me dediquè a mirar aquel dìa hacia la ventana d ela pequeña sala d emi departamento, y entre grito y grito, cuando se le reventaba el hìgado y la saliva se le amargaba aprovechaba bien los momentos en q me daba la espalda para acercarme màs y màs a la ventana abierta d epar en par.
    :: :: :: Mi mamà fuè la ùnica en protestar y criticar de mala manera mis desiciones antes de casarme, aparte de la ùnica en enterarse primero q nadie de ellas. A mì, en realidad, me bastaban las alucinaciones y lo especìfico y bonito del color verde esperanza para sentirme bien. Èl ùltimo dìa de ensayos fuè dos dìas antes del matrimonio, asì como la ùltima prueba de mi vestido, un jueves 12 durante un invierno cuarteador de labios, en Agosto. NO podìa haber hecho un mejor trato, econòmico y social, con la costurera. La mujer tenìa mi edad y su hija quinceañera la ayudaba con las tijeras, las revistas y las tarjetas interminables repletas de colores eurìtmicos la mayorìa q me causaron espasmos dos meses antes cuando la visitè por primera vez, al no ver en ninguna parte mi verde esperanza alucinado. Por otro lado para ponernos de acuerdo en la forma del traje y el velo de novia no hubo tanto inconveniente como en cuanto al color q utilizarìamos, tenìa claro lo q querìa. Me quedò claro tambièn q lo q ella sabìa hacer mejor era escucharme desvariar con mis alucinaciones y dejarme siempre terminarlas, como yo hacìa con las autodiscusiones de mi mamà. Era una experta en descoser por acà y recortar por allà. Mi mamà nunca la conociò, solamente oyò su voz en una ocasiòn en la q le roguè asistirme, muy bien encerradas en mi alcoba, para mi bachelor party, debido a q mis amigos me habìan exigido vestir con formalidad y usè un conjunto lila-ìndigo (segùn la costurera ese era el color) , con un sesgo fino en el saco y la falda. Los zapatos demasiado altos y punteagudos me los comprè a ùltima hora y mi cuñada me regalò unas medias raras y negras, q no me neguè a vestir para no herir suceptibilidades -la pobre ya tenìa demasiado, de hecho, aguantando a mi hermano cerebrotònico y estudiando diseño de modas-. En fin, yo aceptè las condiciones de mis amigos y amigas ùnicamente para asegurarme su asistencia a la iglesia y crear un compromiso.
    :: :: :: Salì de la amarillenta y escandalosamente silenciosa casa de la costurera q tenìa mi edad, sin dejar un sòlo detalle suelto y cargando con mis cajas, una grande y otra de su mitad q contenìan vestido y velo respectivamente. El vestido verde era alto, còmodo(ya sin ningùn alfiler obviamente), globular, con apliques brillantes del tamaño de una arvejita ordenados en medio de su desorden en la parte inferior, y la parte de arriba simple hasta en la caìda de las mangas, porque gracias a Dios en mis alucinaciones recordè perfectamente la figura del vestido q usaba una dama en la escena de un film antiguo, q era el q yo queria y con el q habia alucinado varios años. Vì a esa mujer no muy agraciada cuando miraba los grandes jardines de su reino matriarcal desde la ventana del lado màs espectacular de un palacio. Y me impactò todo eso tanto q lo recuerdo. La secuencia dejaba a la cruda imaginaciòn la parte inferior de su vestimenta (q era la q nunca me ha interesado en la ropa), la superior era de color negro, con lìneas rectas y verticales q se dibujaban en relieve en el corsè, y las mangas parecìan hechas de terciopelo, largas y flojas desde la parte de los codos. Era imprescindible para mì darme el lujo de usar un vestido q se las arreglò para mantenerse en mi memoria por años de años (porq lo vì de niña), perteneciente a los 60's y contrastante con la pètrea cara de la actrìz de aquel aburrido film. Fuè una suerte realmente q la costurera la haya hecho de pitonisa, adivinando q aquel sonido del corsè q me habìa hecho -un nac nac nac- al moverme para caminar me resultaria inoportuno, asì q creo q bien valieron la pena unos minutos extra con alfileres en la espalada, para ensanchar el espacio destinado a los cruces de la cinta q era la q sonaba cuando se cruzaba con ella misma. Es q el dìa del matrimonio agucè mi sentido del oido de una forma extraordinaria, tanto q me ofuscaba porq no se me escapò ni el comentario de mi mamà al momento de hacer mi entrada a la iglesia, cuando le decia a mi madrina >>uy!, no la cagò con el verde<<. :: :: :: Esa noche llevè el vestido sin cola a mi departamento. Y ahì estaba el ruido acariciador de mi vecino compositor del cual nadie se quejaba, por el contrario era halagado sobrecogedoramente, y nadie se habìa tomado nunca la molestia de dejarlo sin atenciòn... cotidianamente. Tenìa ya en la cabeza cada uno de los pasos q no sòlo yo tomarìa el sàbado 14 de Agosto, dìa de mi casamiento, en el cual serìa levantada despiadadamente por mi reloj espacial a las 6:35am, muy a pesar de q el encuentro ceremonial estaba conveniente pactado para la noche, a las 7.
    :: :: :: 11 años antes, cuando era de 19 años aproximadamente, habìa leìdo algo en un reconocido periòdico dominical sobre el desarrollo profesional de un compositor peruano muy joven, de como ganò concursos en Michigan -por una composiciòn para coro a capella- y eso..., winner total, y tal noticia me habìa dado al parecer
    en el ombligo de la admiraciòn, porque al oìr su nombre cuando se presentò, lo reconocì inmediatamente, era mi vecino. Gracias a èl, a mi admiraciòn y a mis ganas de impresionar, años atràs, cuando leì sobre el despegue de su èxito, tenìa planeado incluir uno q otro vocablo en sumerio(lengua q el ha usado constantemente) para mis votos matrimoniales. Y luego, dìas antes de casarme me dediquè a escribir con estos vocablos incluidos, extraidos de una corta investigaciòn en el internet, en ensayos polongados. Habìa eliminado tantos papeles con mis garabatos q no pude al final leerlos todos por completo, y no era debido al apresuramiento o la tardanza sino porque me convencì de q de no elegir al azar terminarìa diciendo cualquier cosa en el altar, como "te amo y quiero estar contigo eternamente" (!). ¡Zà!. De cualquier forma jamàs se me ocurriò por aquellos tiempos tener un vecino compositor y premiado ya a esas alturas varias veces, con un talento ingenuo y de ìndole divino, paisano mìo. Alguna vez, por lo q recuerdo, causò molestias, debido a la usanza, a aquello q entraba por nuestros oìdos cada mañana y por las noches cuando practicaba con sus ruidos. No nos habìamos dado cuenta en el edificio de q extrañabamos sus sonidos, hasta q viajò por màs de tres semanas a Viena a dirigir una orquesta griega, segùn me comentò, y hacer mùsica incidental. Tampoco me diò por pensar en aquellos dìas en q a diferencia de mi vecino del piso inferior, q acariciaba los oìdos de la vecindad, los del superior, una pareja de veinteañeros, hacìan ruidos nada disimulados justo cuando a mi me provocaba el sueño en mis horas ociosas. Tenìan estos como mania perversa tirarse a revolverse las tripas al piso de su sala (q era la q daba a mi alcobita segùn el dueño, directa y verticalmente) haciendo el amor, y no entendi nunca como era q al silencio prolongado de las 10 de la mañana, despuès de la bulla q hacìan q ya parecìa tan cotidiana y normal como los octetos de vientos y cuartetos para cuerdas, le sucedian estrèpitos q se prolongaban hasta la hora de mi almuerzo, a las 2 de la tarde. Me pregunto ahora si era asì todos los dìas ordinarios de la semana y el mes, ¿no hacìan nada màs?, cuando yo no estaba. Yo al comienzo cuando recièn me habìa mudado, me fijè en los alaridos (q nunca validè y/o comentè) de otra manera, y los lleguè a comparar con los q dan algunas personas frente a un calambre en las pantorrillas en medio de una siesta efìmera cualquiera. No sè.
    :: :: :: Aunq todos los precedentes de mi boda me iban impactando, me desconectè un muy buen rato de todo aquello el 13 de Agosto, el viernes en q mi gata mayor me hablò y otro gato quiso matarme a apenas horas de casarme. Habìa dormido realmente poco debido a la meditaciòn prolongada hasta las 3 de la mañana, en q habìa pensado extra acerca de mi origen y mis ideas paraplèjicas, tan distintas de cuando era una niña jodidita de 12, o una adolescente sospechosa de 14, o una chica didàctica en muchas ocasiones sòlo para ella misma y en otras... sòlo para el resto, de 19. Me tomè de franco todo el viernes 13 de Agosto por esto. Dormì como una gata preñada, cenè a las 4 de la tarde, sin haber almorzado nada y desayunè a las 11 de la noche, antes de ir a la cama hasta el dìa siguiente a las 6:30 de la mañana, en q no tendrìa tiempo probablemente para nada. Fuè antes de desayunar q casi me muero. Sin una casa en el centro de la ciudad, sin boda, sin terminar el trabajo q habìa pendiente q era lo q màs me gustaba y para lo cual me habìa preparado mucho llevando cursos y acabando exitosamente dos especializaciones; casi me voy a la otra con todo y mi curriculum polìglota, mis ansiedades y preocupaciones, mis afectos, mi experiencia limpiando pomos de frutas (adquirida en trabajos informales y formalmente pagados),... y... lo peor, sin mi visita prometida a la catedral Amiens y Notredame, y sin haber pisado El Cairo espectacular, Alejandrìa o Gizeh, habièndome imaginado todo nada màs q en las revistas, sin siquiera haber visto algo en algùn sueño quimèrico de mi muy consciente.
    :: :: :: Habìa tenido decenas de desiciones en espera,... lo q màs fàcilmente recuerdo eran los olores de las gazanias y orquideas adornando las mesas cuadradas de nuestra fiesta, comos siempre lo quise y adivinè. Creo q tal ves en lo ùltimo q pensaba era en morirme en mi cama antes de casarme; tambièn me sentìa un poco transtornada sin muchas ganas de prolongar la tranquilidad otorgada por los poemas leidos y las palabras de un sacerdote. Comenzando por el vestido, todo lo relativo a la ceremonia evocaba algùn momento q no supe nunca cuando se volviò eterno, decidimos en pareja dejar las infinitas alternativas modernas y los deseos de autosuficiencia de lado, estabamos muy enamorados para eso. Los organizadores de bodas son, a diferencia de lo q yo siempre creì, clarividentes y expertos en salvarle la vida a los futuros esposos (procupados muchas veces en si casarse de dìa o de noche). Se me ocurriò casi al final poner una q otra traducciòn en los recuerdos con lazo verde esperanza otorgados a los invitados mientras comian -el organizador estuvo de acuerdo-, y no perdì el aro de bodas como yo habia pensado mientras salia y entraba al baño el dia de la boda.
    :: :: :: Dejè luego de las 6 y media q mis felinos se recostaran conmigo, en fin ya me habìan despertado màs de una vez, tan intranquilos, habiendo tirado al piso tres de mis libros y los partes q estaban sobre un velador, los mismos q aùn no habìan recogido mis padrinos y testigos. El macho sobre mis piernas y la hembra a mis pies. Semanas antes me habian declarado alèrgica a sus pelajes desprendidos, y si no querìa morir ahogada por un ataque de asma, despuès de tantos años de crianza, debìa deshacerme de ellos segùn el doctor. Lo màs conveniente entonces era mi mudanza al centro luego de casarme, despuès pasarian a la tutela de mi mamà y hermano. Mejores cuidados q los q brinda mi mamà dudo mucho q hayan. Me encontraba en pleno REM cuando me empezò a faltar el aire y mis latidos parecian producidos por bombos poderosos creando un eco envolvente, algo q me hacia levitar. Màs me desesperaba el desprendimiento y dolor del alma q el mero ahogo o agotamiento. El gato macho tenia la cola alrededror de mi cuello, y yo sin protecciòn vestida con casi nada. Cuando abrì los ojos con esfuerzos desprendidos de la desesperaciòn de no querer ahogarme con asma, el gato abuelo ahora enjuto por la vejez lagrimeaba con los ojos cerrados y la cola aùn alrededor de mi cuello desnudo. Entonces mi gata se nos acercò y le pidiò q pensara en los hijos q les habìa visto nacer y los dias en q la crianza de ellos no me permitiò alejarme de casa, y los cuidados dados cuando enfermaron..., no me soltò hasta q le oi decir q el morirìa antes de yo asfixiarme. Con esta amenaza en pie, me quedè sòlo con la gata hembra en la cama y èl desapareciò entre mis zapatos y el televisor... saliò corriendo. Entonces ella se me acercò y mientras yo tosìa y dejaba de oir los latidos generados por el bombo y oia los normales, me susurrò por la espalda >>leche<<. Se me acercò mucho y se quedò inmòvil con la cola encima de la cara, yo me dormì otra vez quedando helada despùes de una llorera.

    :: :: :: Me casè, y sorprendì en la ceremonia sòlo al concertista q no tenìa idea de q yo ya lo conocìa antes de èl a mì, no lo sabìa, como el hecho de q yo usaria "A-nir" en mis votos, me lo comentò en la fiesta. Mis amigos bailaron hasta el martes, cuando me habia ya cambiado de casa y preparaba unas maletas mientras abria otras, antes de mi luna de miel. Mis padres y sus consuegros, contrariamente a lo q yo pensaba, no hablaron de mi, ni de mi esposo durante nuestro tiempo reunidos aquel 14 de Agosto. Mis gatos murieron apachurrados de amor, juntos justo a la semana de haberlos mudado, me enterè de la noticia lejos y llorè 7 dìas y 7 noches por ellos.
    :: :: :: Sabìa desde q me enamorè por primera vez (mas o menos por los dias en q empezò a interesarme el tema) q los hombres son de Marte y las mujeres de Venus. Sì claro. Segùn los consejos de una amiga divorciada habia q eliminar del verbo conyugal varias palabras, inexactitud, unilateralidad, mudez, timidez, etcètera. Al final, mientras yacìa en el lecho marital en la rìa de dos seres humanos enamorados, consideraba todavia los revoltosos pensamientos q se me desprendian aùn despierta. ... El tener q hacer permeable mis ideas màs ìntimas y no guardarme mucho o nada, siguiendo los consejos de mi amiga divorciada premiada con dos hijos adolescentes y sordos, para q mi amor dure y permanezca; con un solo hombre toda mi vida, cumpliendo votos y enlazando lazos, casualidades y parentezcos (tanto como sea posible). O quizà viviendo y amando un solo dìa , como si fuera toda la vida. Tampoco sè. Recuerdo hoy, un tiempo despuès de ese domingo por la noche..., q soñè con el momento en q mi otrora novio y yo nos reconciliabamos leyendo juntos las insinuaciones de Gabriel Garcia Màrquez, el mismo q decia q la literaratura es solamente un arma màs con aroma a pretexto, q debe ser siempre bien fundamentado, para burlarse de los demàs y hacer tretas. Quizà està en lo cierto, yo he creido siempre q es un fruto prohibido para algunos, necesitado por otros y rico para todos. Adormecida por el amor, con un lìquido hirviendo deslizàndose desde mi vientre y atravesàndome mientras transitaba lentamente por mi espina dorsal, iniciando su consunciòn en mi alma, no sin antes sacudir a mi corazòn..., soñè con los instantes en los q bailabamos los recièn casados como si hubieramos sido las dos ùnicas criaturas en el sistema planetario solar, vivas, en un àmbito celestial en donde no existian ni remotamente las palabras de las q me habia hablado mi amiga, ni ninguna otra tampoco. Y sentì otra vez como nos besabamos, y nada era plural; era un hàlito sutìl q parecia q se desvaneceria frente a la perfecciòn e inutilizaba los relojes de la concurrencia. Èl me habia elegido una canciòn y yo una a èl, no sabiendo q todas eran de los dos.
    :: :: :: Me di cuenta de q mi idea obstinada y q parecia infranqueable para todos de casarme el dìa 13 de Agosto, en pleno invierno, sin importarme q caiga viernes o no, fuè tan insignificante q desistì de cualquier intento torpe... incluso el de retar a la mala suerte. Fuè un matrimonio de ensueño, en donde bailò el vecino compositor con mi mamà, y con el mismo con el q seguirè soñando siempre, asì como con la costurera eficiente, con el dìa de mi cumpleaños durmiendo, con el dìa en q mi gata me hablò antes de morir y con la escena eterna de la pelìcula q me hizo alucinar, metida entre los chiribitiles de mi memoria o mi consciente, inclusive hasta estos dìas, despuès de mis 31.:: :: ::

    :arrowd:...




  6. #46
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Parte del Señor de los Libros

    La brisa de Verano


    !Un momento!, todavía no termino de hablar.



    Son las calles y ese cielo enrarecido al que muchos llaman gris, es la luz que desaparece con disimulo entre esos largos postes y la maraña de cables a los que algunos otros les dicen caos. Tal vez sea solo el auto, o yo desde la altura infinita…

    - ¿Crees que lleguemos al final de esto? ¿Crees que exista el final? – preguntó el hombre del sombrero.- Dímelo o me detendré aquí mismo, en medio de la pista, saldré del auto y caminaré hasta perderme, hasta donde nadie me pueda encontrar.

    - Solo tal vez – respondió ella, su voz mostraba el tono de una aparente seriedad; pero sin más, se reía por dentro.- Sigues siendo un zombi, Amo y señor de los llanos circundantes a la granja, nada más que eso.

    - ¿Qué quieres decir? – se mostraba consternado, no le agradaban los adjetivos; pero viniendo de ella los aceptaba. Empezaba a recordar algo.

    - Ya no recuerdas nada o quizás si y quieres hacer que te lo cuente, es un camino largo no te culpo y yo una muy mala narradora.

    - Haz el intento.

    Recuerdo los días en que paseábamos por los llanos de la granja de mis padres, y recuerdo el rostro de aquel niño que se me acercó para jugar a los escondidos. Se que hiciste trampa la primera vez que me atrapaste y no me importó, era muy gracioso ver, como ahora, el empeño que le ponías a todo, hasta a un simple juego de niños.

    Recuerdo las muchas veces que nos vimos, cada una por separado. También las veces en que nos recostábamos en el verde prado primaveral para observar las nubes y ponerles nombre. Luego el calor del verano que nos empujaba silenciosamente hacía el río…los mejores momentos, cómo olvidar al tipo serio totalmente mojado, y realmente eras serio, solo fue una broma y te la tomaste a mal, luego me dijiste que no tenías otra ropa que ponerte, yo supe comprender…

    Recuerdo que nos sentábamos en el monte a mirar como la gente pasa por el camino, tú me diste la idea, “Son como zombis”, caminan y caminan como si no estuvieran muertos y su único fin fuera el ir y venir de aquella oscura fábrica. Día a día, van al amanecer y regresan con los últimos rayos de sol. Zombis, todos son zombis y nosotros, hombre del sombrero, éramos los únicos seres humanos vivos en todo el lugar.

    Pero llegaba el inevitable otoño y yo debía irme, me llevaban a otro sitio; pero antes, en mi calidad de reina del lugar, decidí nombrarte “Amor y Señor de los llanos circundantes a la granja”, mientras yo no esté claro. Y así nos separamos por un tiempo.

    Y llegó el día en que regresé con nuevas ideas, más cosas para hacer, y te encontré parado allí con tu ropa de siempre, más vieja que antes.

    Recuerdo esa hermosa, la última primavera en la granja. Los paseos eran muy largos y yo llevaba comida, de la cual dabas cuenta con una sospechosa rapidez, creía que lo hacías a propósito para que yo te diera la mía. Te lo dije y me explicaste que no tenías mucho para comer allá donde vivías, yo supe comprender y la siguiente vez te llevé más. Buenos tiempos.
    Ese verano hubieron nubes muy extrañas esperando ser nombradas, no quería perder tiempo en contarte todas las ideas que tenía. Fue ahí cuando te encontré, con ropas diferentes, al principio no supe de donde provenían; pero vi tu cara seria, eso no sería muy novedoso, vi algo más, eras un zombi ahora.

    ¡Zombi, zombi! Te grité. ¡Eres un zombi ahora! E iras con todos los demás a esa fábrica al amanecer y no regresarás hasta que sea muy tarde y ya no te pueda ver. ¡Eres zombi y eres tonto! Grité más fuerte. Entonces me explicaste que allá donde vivías no había mucho que ponerse ni mucho que comer y que ya eras grande y debías contribuir para que no falte más. Yo no supe comprender, la idea de que ya no tendría a ese extraño muchacho a mi lado…Me fui muy lejos.

    - Zombi
    - Jaja, gracias a eso estoy aquí ahora – él comprendía lo que ella había tratado de decirle; pero se hacía el desentendido y no quería recordar el dolor del pasado.
    - Y tonto.
    - Ya para, me vas a hacer llorar y ya casi llegamos
    - ¿Falta muy poco?
    - Casi nada
    - Lo que he dicho te ha subido el ánimo según veo.
    - Un poco…
    - Bien
    - …
    - Creo que es aquella casa, la de la cerca de metal.
    - Si, es esa….Marie.
    - Dime
    - Lleva el arma, no creo que lleguemos a necesitarlas; pero nunca se sabe.
    - Comprendo ¿Algo más?
    - Si, ¿Crees que esto sea el final? Dímelo por favor.
    - No, espero que encontremos un nuevo comienzo; pero también pueda que sea nuestro final. Me puedo equivocar.

    El hombre del sombrero estaba pensativo, miraba la casa cuidadosamente, tenía las manos firmes en el volante. El auto estaba quieto, nadie circulaba por esa calle, ni una sola persona ni animal. Estaba tan callado, solo el latido de su corazón y su inquieto pensamiento.
    Bleu
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  7. #47
    Aldamont
    Guest

    Predeterminado to be continued?

    :arrow: Te estuve leyéndo MSC^BlueEyes, sé q puedo sonar a distraida (en relidad lo soy y bastante), pero igual, quiero saber si es una de esas historias o parte de una historia planeada para continuar.

    2 besos

  8. #48
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Si, y te cuento algo más en honor al tema:

    A veces cuando veo algo interesante o escucho, pienso "Bien, es algo bastante interesante así como está; pero vamos, puede ser mucho mejor si se narra o reconstruye con un agregado"

    Se me ocurren bastantes ideas y hasta llegué a imaginar toda una larga historia, con giros y más giros en la trama y personajes y eso...Bueno, desafortunadamente, creo, por lo general solo narro para mí, lo imagino y me maravillo con lo extraordinario de la creación y la historia y todo está en mi cabeza y también pienso en escribirlo para que pueda leerlo alguien más; pero lo pienso muy poco y luego lo olvido. Como un detalle: A veces digo los diálogos en voz alta, imitando la entonación de cada personaje, la sorpresa, como actuando, puede llegar a ser muy divertido.

    Este pequeño pedazo de historia es parte de una más grande que transcurre en mi cabeza. Puede que la escriba algún día.

    Saludos

    Antes creía que podría crear a partir de la nada, escribir o pensar; pero vi que es muy difícil, antes se necesita leer mucho y conocer más.
    Bleu
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  9. #49
    Aldamont
    Guest

    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Inventar y/o crear requiere siempre de cosas importantes. Y es verdad, para q se pueda generar ese encanto especial (y hasta fantástico) q captura tu atención y ¿por qué no? la de alguien más, se necesita leer y conocer bastante antes.

    Yo creo q no es mala idea q uno escriba pedazos de las historias q tenga almacenadas en la cabeza, además no seria mala idea terminarlas alguna vez... en mi humilde opinión de neófita es así al menos.

    :arrow: 2 besos

  10. #50
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    ManiMaía y los últimos días de los cantos felices

    Por mucho tiempo he pensado que cantar es sinónimo de nada, otros dicen que es de alegría, que en realidad expresa muchas cosas como para describirlas en un texto corto como el mío y en realidad es por eso que diré lo que no es. No me interesa lo que sea, siento que pierdo un poco de mí cada vez que canto. No debo.

    Por muchas razones, las cuales desconozco, hay gente alegre. Algunos me pueden considerar dentro de ese grupo. Yo me excluyo. Esta gente está ahí, pueden estar tristes o realmente alegres; pero vamos, siempre están alegres, son la gente de las bromas, de los comentarios tal vez destinados y bueno, al final arrancan risas. Las mías también. Se que están ahí y yo pienso que está bien, les tengo mucha envidia. No se si mis sentimientos son sinceros o si mi personalidad es un sinónimo de estos en toda su expresión, desconozco muchas respuestas y tengo envidia maldición, ¿Es que estar triste es tan malo? ¿Es que llorar no es bueno? Lloro porque estoy mal y luego creo que mejoro, llorar es bueno...pienso.

    Hoy he cantado un Happy Birthday, lo he cantado con ganas; pero he tenido miedo a que sea la última vez que lo cante para esa persona, miedo a perderla, miedo a no haber cantado lo suficientemente entonado o fuerte o no sé. Miedo al futuro tal vez... Si, creo que es miedo a eso, yo y mis miedos extraños. Mañana diré lo que hoy callé.

    Temo a muchas cosas, una de ellas el perder, no solo algo o una persona, a perder en todo sentido. Si pierdo lloro, si gano celebro, ¿Hay algo más sincero que eso? No lo creo, es mi ego seguramente.

    Me siento mal al escribir esto...alegría, tristeza, rabia. ¿Por qué? ¿Para qué? Maldita sea, entonces que alegre sea, que todos se vuelvan locos y el mundo sea pura alegría. Piérdanse todos! Celebren sus pérdidas! !Bailen sobre su desdicha! ¿Qué me queda? Ya no hay lugar.

    Pienso en su cara alegre, tal vez yo sufro en su lugar. Y al final no queda nada, solo su recuerdo y su cara, me parece un buen intercambio. Si al final no somos nada, entonces...¿Para qué? Entro en la oscuridad del olvido, no me es desagradable, al fin un poco de paz, y su rostro alegre. Sentimiento de alegría no serás más esquivo ahora que después, he ganado...¿Celebrar?

    Manimanía:

    Un man le habla a otro man, dos manes.
    Un man mirá el horizonte, extraordinario paisaje, me paro a su lado y man, vemos lo mismo. Man mira paisaje.
    Un man sube a una combi, muchos manes.
    Los manes llevan sus ideas más allá de alguna simple cabina, man conoce mundo.
    Un man en la estatua de la libertad, man conoce más mundo.
    Muchos manes reunidos, manedumbre.
    El man de los manes: EL MEN.
    Man me ha insultado, ofensas de un man.
    Mucha torta por comer, se necesita un man.
    Man mirá nostálgico desde un puente muy alto, man pensando.
    Man mirá las flores, manes miran las flores, man en el cementerio.
    Man hablando de filosofía, un man, ¿Qué man?

    Los manes son felices, ellos desconocen las reglas, olvidan sus responsabilidades, no saben de preocupaciones mundanas, no reconocen nada que limite su libre pensar, como digo: Son felices.

    Si fueras un man: ¿Cuál serías?

    No conozco muchos tipos.

    Un man, tan humano como todos; sin embargo está un paso más allá en el escalafón o ¿Más acá?

    Yo no soy quién para juzgarlos manes, yo autoridad no poseo y si la poseyera de nada me valdría, mi palabra es nada; pero he decir algo: "Si algún día pudiese elegir y ser algo diferente a lo que soy, sería un man hecho y derecho, sería feliz" Pero a mí ese honor no me compete.

    !Manes del mundo, unios!
    Bleu
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  11. #51
    Aldamont
    Guest

    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Las despedidas dejan, a menudo, un saborcito extraño en la gente a la q hacen llorar. Por eso, algunos decimos 'au revoir' en voz alta (aunq nadie se entera o interesa)... por eso tamb he escrito algo para una de esas ocasiones:

    Los Muertos q vos matais

    Para cuando la pena es tan grande q acaba enfemándote irremediablemente, arruganndo tu corazón y sin dejarte dormir en paz... ¡No hay esperanza! Ya está arraigada y, al menos yo, no conozco a alguien q haya podido curarse.

    Esta vez el tan mentado “había una vez” comienza con la corta historia de un desahuciado más con el q me topé durante una caminata solitaria a orillas del río más cercano al pueblo donde vive mi abuela. Solía ir a llorar ahí por las noches cuando visitaba esa vieja y alejada casa.

    Traía un dibujo hermoso con la figura de una mujer, dibujada por él mismo con sumo cuidado y terneza, muy a pesar de la rapidez con la q lo hizo, según me dijo, minutos antes de encontrarnos por casualidad. Había escrito con letras azules en la parte inferior:

    "en el rocío de las cosas simples el corazón encuentra su alborada y se refresca"

    Esa noche el desconocido y yo nos hicimos confesiones sublimes y amargas, no muchos de los q estamos enfermos y por ende acongojados podemos encargarnos de expresar nuestros inexorables pesares..., sin embargo, bastan algunas miradas para q podamos reconocer q hay otro ser alrededor q no es capaz de respirar ni de dormir tranquilo, de tanto llorar por ciertos malestares.

    Mientras se lavaba las manos me explicaba q esta enfermedad carece de etapas y te hace vivir en un constante frenesí. Había hecho aquel bonito dibujo después de q lo dejaron solo. La mujer a la q quería no había podido enamorarse de él de igual manera y luego de atravesar una situación difícil durante una larga temporada, ella decidió acabar su compromiso para irse a buscar el amor por otro lado menos intrincado. Así lo hizo, sin llanto, queja o promesa q le hicieran cambiar de manera de pensar.


    Quizá algunos de nosotros decidamos llorar a escondidas cuando aún se puede contener un poco el llanto... a la hora de la comida, con la familia o una q otra persona cerca; odiamos q nos vean lloriqueando como niños chiquitos porq tememos q descubran q estamos muy enfermos de pena, tristeza o por una maliciosa soledad, pero en su caso no le avergonzaban muchas cosas, y había decidido contar algunas de ellas. El propósito de tanto caminar hasta el río era pretender encontrar la inspiración suficiente para dibujar. Siempre esperaba al crepúsculo con esos fines oyendo el ruido del agua y sintiendo en las piernas y los pies un razonable cansancio habiendo caminado desde otro pueblo, el suyo, no tan cercano q digamos, por el q el río no pasaba.


    Yo le dije varias veces q ese río aparte de no conceder soluciones, tampoco aparentaba ser útil para la inspiración, aunque había oido q la gente solía perder sus cosas a veces mientras lo cruzaban por la fuerza de la corriente y las encontraban días después en las puertas traseras de sus casas, denominadas por ellos 'puertas falsas' por donde pasaba. De repente algo de singular tenía para los q no eran forasteros como yo.

    Después de esperar algunas horas sentados en silencio sobre unas piedras para enternecernos con los primeros brillos del sol, cada uno regresó al lugar de donde partió al anochecer. Antes, él decidió por sí solo regalarme el dibujo de 'Esperanza' porque al fin y al cabo podía hacer uno igual mil veces con el tiempo de sobra del q disponía y las ganas características de su enfermedad, necesitaba q alguien lo recuerde y recuerde también algo de lo mucho q contó. Yo le pedí su consentimiento para poder mencionarlo alguna vez en algún garabato ocasional cuando pueda sentirme un poco mejor, claro, si el mal q me aquejaba con fuertes dolores en el pecho no me terminaba matando entonces. Dicho día llegó y respiraba aliviada, me recuperé durante unos días un poco pero nunca me acordé de él; y, ahora como siempre ocurre cuando una recaída empeora el estado emocional de uno, tengo miedo de ya no ser capaz de recordar bien todo y poder describirlo, por eso me ví en la necesidad de contarlo. Tarde, como la mayoría de las cosas q valen la pena llegan..., después de eventos lastimosos. No me entristecería más escribir luego porque más no me puedo entristecer, es solo q tengo una inusitada ilusión: q él pueda enterarse de q sí lo recuerdo. Quisiera q sepa q conservo su dibujo, lo he pegado en una de las paredes de mi cuarto al lado de otros q yo hice de mis mascotas y en este momento lo entiendo mucho más, me siento como una desahuciada también, desde hace poco.

    No observo el dibujo de Esperanza ni atentamente ni muy a menudo, pero cuando lo hago a veces por las mañanas me pregunto siempre antes de salir q sucedió con el taciturno y alto dibujante de justificaciones entristecedoras... Esta vez la historia no tiene un final alegre siquiera, lo cual es interesante para mí. Ese tipo de finales es muchas veces mentiroso y siempre he creído q deja un gustillo, como a inconcluso.

    2 besos
    *Adieu
    Última edición por Aldamont; 30/06/2007 a las 17:08

  12. #52
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Curiosamente Au revoir debería traducirse como Hasta volverse a ver y no tener esa fria connotación de Adios.
    Cita Iniciado por Aldamont Ver mensaje
    No me entristecería más escribir luego porque más no me puedo entristecer, es solo q tengo una inusitada ilusión: q él pueda enterarse de q sí lo recuerdo.
    Terrible sensación de déjà vu :-S no se si decir que me gustó o que me ha conmovido recordar algo o a alguien. Hasta volverte a leer :)

    À bientôt.

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  13. #53
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Bien, ahora no haré doble post.

    A veces tengo sueños algo extraños y no son situaciones precisamente, sino que pequeñas historias. Generalmente termino olvidándolos, o gran parte de ellos. Como aquellas vez que soñé que no podía escapar de la mirada de un perro doberman pequeños, me encontraba en una casa totalmente negra y cada vez que salía por alguna ventana o puerta inesperada me encontraba al perruno. Entonces me le paré en frente y le dije: "Qué #@$% quieres?" Vaya, habían muchos detalles en ese sueño; pero los olvidé.

    Es por eso que hace unos días decidí que escribiría un sueño que tuve, que no lo olvidaría como a los demás...y un detalle, acabo de recordar que el 2 significaba que la persona quedaría completamente callada y haría mi deseo o algo así, bueno, qué más da.

    Pesadilla de nombres y dados

    Despierta deseo, despierta temprano, si de realidades sabemos, qué hay de sueños…

    Soy el fruto de árbol más grande, el que está hasta arriba y jamás podrás tomar. Soy el fruto que caerá con el árbol, será el fin de la estirpe la que me llevará del cielo al suelo. Soy luz y sol, luna y oscuridad. Soy el deseo de encontrarme, soy la frustración de no lograrlo…y ahora estoy aquí, en tu estúpido sueño.

    Dime Padre, ¿Es necesario que riegue las plantas de esta manera? Preferiría jugar con mis hermanos en esa gran piscina azul, azul y celeste, blanca a los rayos de sol y sin un final aparente, es un mar de aventuras, en su inmensidad veo el concepto de diversión y en mis manos la extraña responsabilidad.

    No encontré respuesta, y no encontraré más respuesta. Me parece estúpido tu silencio, me parece innecesario seguir regando estas plantas tan verdes. Me parece que debo ir al agua, rápido.

    Todos jugaban, todos se divertían, yo regaba las plantas. Sentía los gritos de felicidad, las claras expresiones; pero no eran conmigo…las plantas, no olvides ese gran arbusto, el rodeado del color marrón, casi al final, tal vez en el medio.

    Las rejas blancas, las limpias paredes que rodeaban el patio, mis hermanos jugando, mi padre y mi madre disfrutando alegremente de aquel día soleado…y el agua, rápido, más rápido.

    Del horizonte la vi venir, furiosa rompía los rayos de sol del mediodía, rápida, más rápida avanzaba por entre el prado verde y ahora estaba ahí frente a mi puerta, frente a la reja que me separa del mundo exterior. Todo es felicidad ahora, solo mi preocupación enturbia el ambiente, no lo puedo creer.

    Deja que el tiempo pase, deja que disfruten mientras puedan y no digas nada, calla el pensamiento. Déjalos en la gran piscina y ven a mí, mira los dados que he dejado a tus pies, mira la suerte que te depara el futuro, tómalos, ahora son tuyos. Los dados, nunca lo olvides.

    Siento la sinrazón del momento, lo absurdo de esta situación. La voz me indica mirar abajo; pero yo no quiero, no pretendo formar más parte de este futuro. No quiero acabar con la felicidad de la que nunca he disfrutado.

    Ahí están, son siete, dados regados en el piso en un orden indescriptible, solo cogeré uno, nada más para observarlo un poco. No pretendo mayor fin.

    El prado verde y ahora nada. La gran casa está ahí.

    Eran siete las personas paradas frente a la reja, los habitantes de esa gran casa que vino del horizonte, que desapareció el prado y que ahora perturba la felicidad que he creado. La mujer gorda vestida con el traje blanco adornado con flores estampadas, el mayordomo de negro, las tres niñas de rubia cabellera, el hombre de la mirada fría y el guardia que, supongo, los cuida.
    La mujer, no la pierdas de vista. Rápido, coge un dado y arrójalo.

    Salió el número 2, la risa me invadió, no podía parar. Caminé hacia la mujer gorda…

    Estás maldita bruja- logré decir mientras reía.-Ahora caerás al fondo del abismo.

    Un profundo abismo rodeaba la gran casa, las personas estaban paradas sobre un puente que conectaba su puerta con la mía, eran siete y la mujer gorda estaba a uno de los extremos, el izquierdo.

    Cogí otro dado y lo tiré, otra vez el número 2. Cae.

    La mujer cayó de espaldas hacía el abismo, yo no podía contener la risa. Era su rostro desesperado, los movimientos de sus gordos brazos, de sus gordas piernas. Muere maldita bruja, me reía más mientras caía.

    Ahora la reja estaba abierta y las personas me miraban, caminamos por el puente hacia la casa. La mujer gorda era una bruja y por alguna razón era mi deber eliminarla, ya estaba hecho.

    La casa se aleja rápida y repentinamente de la reja, ya no hay marcha atrás. Ahora me encuentro al mando de un grupo de personas, parecen soldados de alguna armada. Entremos de una vez a la casa por favor, dije.

    El hombre de la mirada fría está parado en el pasillo. Avance, me dijo. No podía dejar de mirarlo. Las niñas rubias están preocupadas, sus ojos me recuerdan algo, a alguien.

    La sala principal era gigantesca, tremendamente amplia. Tanto que ocupaba el alto de la propia casa y la dividía en dos partes, una la que esta al lado izquierdo de la sala y la otra que está al lado derecho. A los lados de la sala se encuentran las filas de habitaciones dividas en dos pisos. El segundo piso de cada lado cuenta con un balcón y una escalera que los conecta al primer piso. Todo es de madera. Distingo una única ventana por donde entra luz al gran salón, es redonda y de colores, como si fuera un vitral.

    Se escuchaba un eco, tal vez sea el eco de nuestra conversación que se dispersa entre las numerosas habitaciones. No quiero avanzar más, todo parece estar tan viejo y gastado, esas niñas no dejan de observarme. Tengo miedo.

    Ast, mi más sincero y reciente ayudante. Es un nombre raro si, yo ni le conocía hace unos instantes; pero ahí está.

    Avanzamos unos cuantos pasos más hacia la sala, el pasaje está rodeado de cuadros viejos y maltrechos, las telas de araña adornan las vigas del techo y ese maldito eco que no calla. Nos quedaremos aquí.

    ¿La casa? No se a quien le pertenezca, como yo maté a la bruja gorda, supongo que es mía. Taner, un apellido familiar. La casa le pertenece al Taner de mayor antigüedad, dijo el tipo de la mirada fría. Debe ser cierto.

    Apellidos y nombres, no me ha gustado entrar en disputas sobre las cuales no pretendo ganar. Bien, que sea Ast quien se quede, yo me voy a mi hogar; pero me llevó a las niñas, serán parte de la felicidad que riego cada mañana.

    Desiertos y bosques, sequías y mares, he pasado tanto y tiempo me falta para seguir llegando. Se que al fin estoy allí; pero no veo la reja ni paredes limpias.

    Siento que Ast ha muerto, veo su cadáver caer por el acantilado, supongo que al abismo. Espérame, no mueras que ya regreso.

    He vuelto a la gran casa y veo muchos cadáveres, Ast está con vida. Ast, Ast Taner, ahora lo recuerdo. La casa es tuya en realidad si; pero has asesinado al hombre de la mirada fría y por tanto serás juzgado, es mi concepto.

    Las niñas lloran la suerte del heredero; pero no hay nada que puedan hacer, Ast, debías cuidar la casa y no matar a todos. Pero el hombre se reveló y no tuve más opción, dijo. Aún así era tu deber y no lo cumpliste, yo riego las plantas y mantengo tu felicidad y tú me pagas asesinando a mis invitados, no lo puedo permitir. Eres malo, muy malo.

    Las niñas lloran más cada vez, más y más, el maldito mayordomo me observa, me desaprueba.

    Arrojo los dados una vez más, 2 otra vez. Maldito, eres grande en ese traje negro; pero ahora estás condenado por la misma mano que destruyó a tu ama. El poder de la suerte.

    2 otra vez, Ast, la suerte está echada.

    2 otra vez, todos, la suerte está echada.

    No puedo parar de reír, cada vez que arrojo los dados sale 2, no puedo parar, no lo puedo creer. Más risa.

    Cada vez que los arrojes y obtengas el número 2, tendrás el poder de callar a alguien. Esa fue la voz. Debe ser cierto.

    Ahora lo recuerdo, en realidad no fueron los dados ni la misma suerte, fui yo quien arrojó a la vieja al abismo, yo la empujé y ella calló y cayó.

    Silencio Ast, silencio todos. Cállense que estoy escuchando la voz.

    Es la voz de la realidad que me llama. Mis dados ¿Dónde están mis dados?

    Un 2 para la realidad. Ast no es un nombre. No encuentro las rejas de mi casa. ¿Por qué me despiertan en la mejor parte? Un 2 para el sonido de la licuadora. 2 otra vez, Ast querido.



    Escrito un día soleado de invierno, ¡Qué viva la lluvia!.
    Bleu
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  14. #54
    Aldamont
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Cita Iniciado por Baal Zak Ver mensaje
    A no se si decir que me gustó o que me ha conmovido recordar algo o a alguien. Hasta volverte a leer :)

    À bientôt.
    Curiosamente, algunos -eventualmente- no pensamos mucho en las diferentes connotaciones de la gran palabra 'Adiós'; claro, eso sucede cuando no nos queda de otra...
    Considero q al final, Baal, solamente te conmovió recordar, esas cosas aunq no pasan a menudo se pueden diferenciar bien, del gusto por algún trozo de texto escrito por alguien afligido al menos.

    À bientôt...,
    2 besos
    Última edición por Aldamont; 01/07/2007 a las 18:15

  15. #55
    The Darkness Staff Avatar de Baal Zak
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Probablemente. Pero en esencia, un texto tiene como función un impacto en el lector y eso logra el que has compartido aquí. Prometo en algun momento volver a escribir algo que me emocione! no como esto:

    To Axion Esti

    Escoria gris que nos ayude a entender
    que la llave es de la tierra y no del cielo
    sin la cual, las constelaciones de Lima
    son insensibles piezas de alfabeto
    blancas como una irreal luna que cautiva,
    blanca hostia perversa
    en comunión con la muerte,
    cruel de suicidas
    valiosa como perfumes de cáliz prematuro
    que llenan mi ventana
    de mortal ebriedad.


    Y pensar que eso me provocó leer a Odyseas Elytis :oops: :( (Odysseus en español)

    Escopofilia: Cine, comics, videojuegos y más

  16. #56
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Otro sueño apocalíptico. Bueno, lo acabo de escribir, en verdad que ese sueño me perturbó bastante.

    El día que cayeron los Ángeles

    Dime Karen, ¿Es necesario venir todas las noches a este lugar solo para mirar las estrellas?

    Veo el cielo con mucha atención, las personas a mi alrededor han venido hoy a dedicarle su tiempo solo a eso y no tengo más opción. Debo mirar al cielo. La luna llena brilla intensa y las estrellas también, en un cielo totalmente despejado, un sentimiento de incertidumbre perturba la calma de la noche estrellada. Tengo miedo de ver algo innecesario.

    Ahí está, me señalan una constelación, observala bien, es la más importante. No se de que se me hable, no presto atención a los sentimientos ajenos a mi propia incertidumbre. Ahí está, es una estrella fugaz, pediré un deseo.

    Las estrellas están en constante movimiento, de eso tengo certeza. A veces he pensado que una inteligencia superior nos observa desde el cielo, que controla el movimiento estelar, que nos controla y nosotros no sabemos ni desde cuándo ni el cómo. Nos están mirando, el pensamiento ocupa todo mi ser en este momento.

    La vi, esta allí, era como una constelación, un grupo de estrellas unidas por una delgada línea que, en un orden establecido, formaban la figura de un ángel surcando el oscuro cielo nocturno. Estaba muy alto en el cielo, la constelación móvil. La primera impresión fue la más aterradora, me espantaba la idea de que esa figura transitará el cielo de esa manera, es algo, es alguien, no tengo la menor idea, por eso les temo.

    Entonces aparecieron más "Ángeles" surcando el cielo, eran como muchas constelaciones, grupos de estrellas. Tuve la idea, la sensación, de que son ellos, los creadores, los observadores, han venido a visitarnos...o a eliminarnos. Más miedo.

    Ahora son más, todos vuelan por encima de nosotros en forma de constelaciones, se mueven en todo el cielo, es como si el universo cambiara de forma repentinamente. !Una explosión!

    Un gran destello de luz salió desde el otro lado de la montaña sobre cuyas faldas asentamos nuestro observatorio, una música preciosa empieza a sonar. Es la orquesta del día del juicio.

    De repente veo como aquellas constelaciones bajan muy rápido, se acercan a la tierra, están cayendo, !Son Muchas! ¡Vienen los ángeles! La gente gritá, se desesperan, corren para todos lados y yo me quedo mirando, observándolos, juzgándolos, no me quiero mover, no podré hacerlo.

    Lo vi, fue el primero que vi en el cierlo, es el que caerá primero.

    No hizo ruido alguno al tocar la tierra, ningun solo efecto sobre la naturaleza, ni un solo estruendo ni golpe, era el primero. Era como una gran estatua rellena de neblina, era la imagen de un ángel, largas alas recorrían su espalda y llegaban hasta el suelo, sus dos brazos se apoyaban en una espada que apoyaba contra el suelo delante de él, un gran manto no dejaba ver sus piernas, no alcance a verle la cara; pero de seguro sería aterrador, no me atreví a mirarlo más. Sentía su poder controlar todo lo que lo rodeaba, eran ellos, los creadores, los que nos observaban.

    Escuché por un momento con mucha atención y tomé conciencia, otra vez, de mi verdadero alrededor. Los demás ángeles ya habían caido, estaban parados como el primero, en esa posición de guardia, estaban por todos lados. Algunos cayeron sobre casas, edificios estaban destruidos; otros cayeron sobre personas y las mataron, en realidad no tengo seguridad sobre esto, no se que haya pasado con las personas cubiertas por la caida de un ángel, no me interesa, solo sé que jamás les volveré a ver.

    Las personas corren desesperadas, más que antes, quieren volver a sus casas. ¿Dónde están todos? Mi casa, quiero ir allá.

    Increíblemente la casa resultó estar muy cerca, me escondí allí. Para mi sorpresa la casa estaba llena, había mucha gente, desconocidos, vecinos, mujeres, ancianos, de todo. Sentía el miedo en el ambiente, yo también lo tenía. Escuchamos los gritos del exterior, el caos se apoderaba de toda la ciudad, de toda la humanidad, todo estaba perdido. Al parecer los demás pensaban lo mismo y rápidamente cerraron puertas y aseguraron ventanas. Yo busqué un lugar acojedor y me escondí allí, hacía mucho calor, era como si el exterior se estuviese quemando...

    Además del canto de la destrucción, seguía sonando aquella hermosa melodía que comenzó con el resplandor detrás de la montaña, era tan linda, por un momento olvidé la situación.

    Un hombre encendió el televisor...Últimas noticias:

    - Último momento, los científicos han descubierto que lo que atrae a estas criaturas a nuestro mundo es una extraña melodía cuya fuente esta cercana a C.... (No identifiqué el nombre). Se ha dispuesto que las fuerzas militares mundiales se dirijan a esa zona y traten de pararla, de esa manera, la única, será como podremos librarnos de este aparente fin...

    Esperanza, era lo último que esperaba. Efectivamente, vi pasar muchos soldados y aviones y tanques y todo tipo de armamento inventado, no me detuve a contar o entrar en detalles mayores. Tiempo más tarde se oyeron las explosiones y más gritos, veía a los ángeles que habían caido en la ciudad inmutables, seguían parados en esa posición de guardia, blancos, transparentes, no puedo describir su naturaleza.

    La música paró. Estamos salvados.

    Imágenes llegaron a mi mente...más noticias.

    - Los ángeles se han marchado, todos han desaparecido. Se le pide a la ciudadanía mantener la calma en los días difíciles que se avecinan...

    El trauma de saber que no estamos solos, el trauma de ver a esos seres tan superiores, tan poderosos. El trauma jamás desaparecerá.

    Más noticias, imágenes:

    - La humanidad ha lanzado en marcha el plan defensa mundial. Una gran plataforma orbita la tierra para protejernos de cualquier posible invasión futura.

    Vi las naves que se encargarían de cuidarnos de los ángeles. Recordé la extrañana forma de constelación del primer ángel que vi, cuando observaba el cielo. Nada, nadie nos podrá salvar de su regreso.

    Se acercá la batalla final, se que moriremos, solo espero vivir lo más posible antes del fin.
    Bleu
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  17. #57
    Aldamont
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Hace poco me dí cuenta de q había crado una maniaco-dependencia con mi blog. Después de un chispazo de lucidéz, ví q lo más conveniente era deshacerme de él. Dentro de lo q resultó a salvo está la historia de Paul Santos.

    *Contacto Epitelial
    ¿Cuánto quiere perder?


    ¿Por qué?, le preguntábamos a Paul Santos y sin siquiera el menor indicio de apreciación por nosotros y nuestra curiosidad, se quedaba callado.

    Paul ha sido siempre atrayente y ha estado atraído por mujeres un tanto mayores y más altas q él; esas características han tenido al menos todas sus enamoradas desde q lo conocemos. Sus conversaciones diversas, así como sus labios capturaban la atención de todos y habilitaban mucho nuestra imaginación. En realidad, un Adonis jamás fue, más bien su encanto físico radicaba en su figura, desde sus varoniles y tiernos gestos hasta su bien delineado vientre y piernas, las cuales trabajaba en el gimnasio al menos hora y media al día. Algo superficial y poseedor del mejor humor negro de la ciudad, le daban igual los convencionalismos aunq no la hermandad; de hecho, bromeaba siempre con los chicos cuando nuestras tertulias se formaban en la playa y había q desenterrar odiosas ropas de baño, los incentivaba diciéndoles q si se animaban, les pagaría el primer mes de ejercitación física…, ellos pasaban de aceptar eso, así como de quitarse el polo. Fuimos parte de un buen clan, los cinco.

    Recuerdo q nos hicimos amigos a pesar de la diferencia de edades, caracteres y sexos. Él y yo fuimos los últimos en unirnos a los otros tres q se habían conocido mucho antes en el trabajo. Siempre tuvo en la mirada un candor q no iba con sus ojazos vivarachos, ese atractivo q a algunos se les escapa por la piel hasta sin darse cuenta. Máster en cinismo y dejadez, lo q le causó más de mil inconvenientes, nos dejó un día verlo de diferente manera, el día en q nos mostró el tatuaje q se había hecho de su madre muerta en el brazo derecho…, a pesar de tener el descaro de contarnos q se lo había puesto ahí para q ella pudiera ver a todas sus acompañantes de una noche mientras él dormía, todos nos pusimos feelin’ con el resto de la conmovedora historia, tanto q acabamos en una especie de terapia grupal contando cada uno alguna patética experiencia y liberando uno q otro secreto. No era para nada usual ver a alguien como Paul confesándose, no sé donde ocultaba todo eso q le dolía, todo el tiempo, pero nos demostró a todos q a pesar de tener todos sus miedos bien adentro (en un lugar donde no llegaba ninguna clase de claridad), le hacia falta sacarlos a la luz de vez en cuando, creo q su problema era no tener con quien.

    Aquel día en el salón principal del restaurante a donde fuimos a celebrar su repentino ascenso, había decidido contarnos un poco de cómo su gran descaro conjuntamente con su poco tino y lealtad le habían hecho ser ridiculizado y despedido, meses atrás, de la empresa en la q su suegro era el "manda más". No tenias q ser muy vivo para percatarte, haber terminado feo la relación con la niñita de los ojos de papá le hizo bastante mal, la situación se hizo insalvable acentuando sus defectos laborales, q por una razón sentimentalmente conveniente, todos dejaban pasar siempre. Claro, era mejor hacerse el de la vista gorda q ser un desempleado más por meterse a criticar el desempeño del futuro yerno del jefe. Para ser sincera la historia q tuvo con esa chica era parecida a la q siempre tuvo con todas en términos generales: la engañó con otra y ella se enteró; él intentó contentarla con uno q otro regalito, promesa o lágrima sobre su vestido al principio, pero la respetable señorita se negó y no aceptó caer redondita ante la típica balada del arrepentimiento q le susurraba al oído; juraba, pobre inocente, q era la primera vez q su bonita frente perlada era adornada… no presentía q como esas ocasiones hubieron muchas más, en las q un buen arreglo de horarios, “coartadas” y pretextos creíbles con una pizca de buena suerte habían hecho q Paul salga bien librado siempre, o casi siempre. Una vez se perdió con una de sus ‘amigas’ (así sabíamos q denominaba a las protagonistas de sus idilios pasajeros) diez días nada menos, mientras todos lo alucinábamos secuestrado, vejado o abandonado a su suerte debajo de algún puente en un lugar de mala muerte, él estaba encerrado en un hotel al sur de la ciudad, viviendo la vida loca con una ‘amiga’ q contraería nupcias en unos meses. Aquella vez sus inventos llegaron a hacer q se suicidara un lejano pariente suyo o algo por el estilo, pero tenia q ver con una muerte repentina el cuento q le dijo a la enamorada. Bueno, ella debió sentirse bastante bien y reconfortada creyéndose lo suficientemente inteligente como para dejar a un hombre inmediatamente después de su “primer” engaño, nadie se encargo de decirle lo contrario. Santos se cansó rápido de insistir con la hija del jefe y optó por hacerse a un lado a pesar de intuir lo q se le venía encima: un inminente despido. No pasó mucho tiempo tampoco para q sea nuevamente contratado y por la compañía de la competencia, sus aportes así como la información q les había dado durante meses valieron la pena para ellos.

    De entre todo lo q odió siempre, lo más resaltante eran las preguntas, especialmente los ¿por qué?.., ¿por qué te da igual eso?, ¿cómo es q puedes estar tan tranquilo sabiendo lo q se te viene encima? Su humor negro compensaba muchos de sus defectos y carencias para nosotros, aunq el mejor tema en el q se desenvolvía tenia q ver con faldas, eso era algo q no me interesaba mucho, yo apreciaba su excelencia para hacerme reír en momentos en q lo necesitaba mucho o estaba de mala gana y le he agradecido siempre también la manera en la q me hacía entender rápido las cosas cuando conversábamos de todo un poco.

    En medio de todo y a pesar de lo q muchos pensaban de él, siempre mantenía silencio y se reservaba el derecho de contar detalles de sus aventurillas a pesar de q alguno de nuestros amigos resultaban curiosos muy a menudo. Nos dejaba hacer las distinciones respectivas, eso sí, para denominar a algunas como sus ‘amigas’ mientras otras eran sus ‘enamoradas’, cuyos nombres nos decía debíamos recordar por si tenía q presentarnos de improvisto a alguna, y es q le conocimos como 7,8 o 9 hasta entonces. Y para algunos q carecemos de buena memoria eso nos resultaba molesto al fin y al cabo.

    Conocíamos su carácter, preferencias y defectuosos noviazgos pero nunca nos enterábamos de donde salían todas ellas, precisamente por eso en nuestro pequeño clan surgió un tremendo intríngulis por su nueva enamorada, de quien si conocíamos algo más, ya q era una compañera de trabajo nuestra a la q conoció cuando aún trabajaba con nosotros, mientras era el privilegiado yerno del dueño. Nos aterró la noticia porque aquellos dos eran demasiado incompatibles, como el agua y el aceite. Eso pensábamos todos al ver q ella no era ni alta ni mucho menos tan bonita como a él le gustaban, es más era tan ordinaria aparentemente, q jamás nos dimos cuenta de q le gustaba.

    Estimaba a Paul pero me sentía mal por esa chica, siempre pareció buena gente y nunca se metía a molestar a nadie, era una antigua secretaria peculiar a la q saludábamos cada q nos cruzábamos en algún ascensor o pasillo, a pesar de todo acordamos con los demás mantener silencio para no pecar de entrometidos o caer mal parados. Él acabó retirándose un poco de nuestro grupo, por primera vez. Todo les duró unos seis meses, era el tiempo super-ultra-record de Paul ¿Qué pasó?, pues para variar, él la engañó con otra y ella terminó dejándolo. Sin embargo, esta vez el muchacho insistía con más q lágrimas de cocodrilo, cartas de amor profundo y arrepentido, detalles humorísticos, dedicatorias públicas y sinvergüenzas y más…, empezó a sacarnos de cuadro eventualmente, ¿se había enamorado?, eso era lo q necesitábamos saber y fui yo quien se atrevió a preguntárselo: ¿qué pasó esta vez? Y, ¿cómo? En realidad, nada nos dejaba satisfechos, solo murmurábamos y presumíamos. Lo único q atinó a decirme era q algo había sucedido y fue tan rápido q lo cogió desprevenido, tanto q la empezaba a pasar muy mal desde q dejó de verla y no encontraba explicaciones para eso. Todo sucedió tan pero tan rápido! Paul fue despedido una vez más de su trabajo sin q su nuevo cargo importe un bledo y nos contó q la chica q había terminado con él no lo quiso perdonar y terminó yéndose de viaje al extranjero para vivir con sus padres. Él se alejó mucho más y de a pocos de nosotros y no hace mucho ha reaparecido con nuevo look' y más dinero, parece mentira q hayan pasado ya 4 años.Ya no veía a los del grupete más asimétrico q existía porq me la he pasado todo este bendito tiempo bajo la espada de Damocles… me ha hecho falta dinero, tampoco he podido conseguir un buen empleo. El ex-jefe y ex-suegro de Paul mandó al diablo la empresa en la q trabajábamos y nadie salió bien librado, ni los más antiguos empleados, luego de eso cada uno salió disparado a buscar lo q más le convenía por lados separados y todos nos distanciamos aún más q cuando Paul se fue y sentíamos q faltaba algo o, mejor dicho, alguien.

    El viernes pasado se pudo dar el primer reencuentro en todo este tiempo, y fue en mi casa, casi todos continuábamos con nuestros mismos números telefónicos y direcciones. Al escabullidizo Paul lo ubicamos con una de sus ex-'amiguísimas' q nos adelantó algo de su tragedia, obviamente, sin capturar mucha de nuestra atención, aunq sabíamos q sus amigas siempre estaban pendientes de él y parecían saberlo todo, esta vez creo q no le sirvieron mucho de consuelo.

    Resultó ser especial para todos aquel día. Hasta nos dejó moraleja a los q nos había provocado caer ante alguna tentación fuerte. De por sí, saber q Paul Santos estaba solo era insólito, de hecho, parte de lo q contó aclaraba bien sus motivos para estarlo pero no sé cómo explicar q no verlo con ninguna de sus ‘amigas’ alrededor era como para dejarnos pensando un buen rato. Fue en la respuesta al ¿por qué solo?, donde encontramos algo de lógica al semblante q traía..., las ojeras q jamás tuvo, el cabello largo, la mirada distinta, ya ni siquiera gesticulaba igual; aunq se volvió responsable en parte de su vida, como en lo laboral, también nos comentó q no era el mismo, al parecer lo q sucedió hizo q cambie de raíz... quizás esa fue la parte q le valió la pena, lo rescatable.

    No recordábamos a su última y engañada enamorada, pero a medida q iba relatándonos cada cosa de esa época se hacia más fácil hacerlo. Lo último q todos supimos era q ella se fue a vivir lejos y terminaron por uno más de sus engaños, se fue molesta con todos los q se supone debíamos haberle advertido acerca de él y sus fraudes sentimentales, así q nadie supo más de ella, hasta ese día. Nos contó q él se las había arreglado para contactarla y pedirle de un millón de formas una oportunidad y después de prácticamente un año pudo conseguirlo, proponiéndole cosas en lontananza, enviándole un bonito anillo y jurándole su compañía incondicional sobre todo; relataba todo con una mirada tan conmovedora q ni a un buen mentiroso empedernido y buen actor (de lo q tenía mucho) le hubiera salido tan bien, despertó nuestra absoluta atención porq nunca se caracterizó por su honestidad o algo así, creo haber mencionado eso antes. Nos dio igual la comida, inclusive a mí q era la q la había preparado esmerada y sin ánimos de q se enfriara. Los sollozos se profundizaron más con lo q prosiguió. Contó q estuvo tanto como pudo con ella desde q logró ser disculpado, tratando de estar ahí para oír sus problemas, sus reclamos propios de la lejanía, manteniéndose pegado al teléfono solamente para oír su risa, contando cada uno de los tic-tac q faltaban para poder volver a verla, hasta se le ocurrió en algún momento viajar también, pero no era lo mejor ya q ella regresaría en cualquier momento, eso era lo más desesperante para él: no saber cuándo.

    Se mantuvo ahí como pudo para, según sus propias y sufridas palabras, “no dejarla ir”, echándole tierrita a todos sus errores, a los grandotes y a los más insignificantes. Cambiando cada día en realidad. Entonces, llegó el momento en el q todos nos paralizamos, era mucho mejor q una útil terapia para Paul, éramos conscientes de q no nos mentía porq no le hacia falta la lástima de ninguno de los presentes, solo se sintió rodeado de la confianza propia q como dijo, no había disfrutado en los años en los q estuvo pegado del lado del enamoramiento a ciegas. Alucinarlo en una relación a distancia era sencillamente descabellado.

    Pasaron de todo ellos dos, era muy conmovedora su historia sobre todo porq por primera vez él tocaba un tema acerca de sentimientos y admitía estar totalmente enamorado; sin contar con la sinceridad brutal y la pena q emanaba entre cada palabra. Todos nos preguntábamos con miradas cómplices, tratando de no ser impertinentes, si era posible semejante cambiazo; el chico era otro, sin el cinismo clásico q ostento toda la vida y con uno q otro encanto fenecido en ese trainin’ por el q acababa de pasar.Su novia, responsable de la transformación del milenio, había vuelto hace un mes aproximadamente y todo estuvo realmente bien para él hasta hace una semana cuando le ocurrió algo para nada envidiable, como es el hecho de ser burlado. Del reencuentro de ellos dos dio muchos detalles, aunq no tantos como los de la calamitosa separación. Nos resultó difícil aceptar q estando tan enamorado no haya caído ante los susurros de arrepentimiento q le sonaron dulces y tentadores al oído, y decidiera quedarse solo. Pero, bueno, razones tenía, y es q a su novia le dio igual q él haya puesto su corazón en bandeja de plata solamente para enviárselo, ignoró su compañía de todo ese tiempo, no le interesó quien estuvo con ella a través del teléfono cuando la pasaba mal por uno q otro inconveniente. Él estuvo ahí para arrancárle una risa, contarle una anécdota, declararle a diario q la amaba y volverse casi un cursi (según sus propias palabras) junto a ella..., quiso ayudarla cuando le dolía la muela o simplemente si se sentía sola y extrañaba la ciudad necesitando un oído aunq este sea lejano; y lo tuvo, porq eso fue Paul. Sin embargo, nada fue suficiente. Tanto tiempo tratando de valer la pena no le había sido útil para sus fines primordiales a diferencia de lo q pensó algún día. Lógicamente, nosotros, a diferencia de su ex novia, valoramos todo eso inestimablemente porq lo conocíamos un poco y entendíamos q le había costado esfuerzo dejar de lado un millón de cosas, aunq le había ayudado mucho también haberse enamorado.

    Él se encandiló más al verla otra vez, por eso quedó hecho añicos después. A pesar de su gran orgullo y de la vergüenza q se le notaba pudo admitirlo. Una pena, la novia le fue tan infiel como pudo sin despertar ni la más leve sospecha..., los ‘amigos’ de ella q incluían ex -novios, estaban al tanto de su llegada y ninguno se tardó mucho en correr a buscarla; salió con todos los q le dio el tiempo y sin necesidad de rebuscados pretextos, ni mentiras bien planificadas porq gozaba de la confianza de su novio al fin y al cabo. Santos ni se imaginaba nada hasta q un golpe de suerte (de esos q te cogen más desprevenido q prevenido) le dio una tremenda cachetada y lo despertó del bonito sueño. Repetía durante su lamentable relato, a propósito, “chicos, mientras más bonito se vea, sospechen, porq puede q no sea verdad”.

    Un sábado por la madrugada llegó a la casa de ella, imaginándola en el aeropuerto despidiendo a sus padres q viajaban por enésima vez. Tenía planeada una sorpresa, q era esperarla escondido en su cuarto, el mismo q habían compartido varias veces desde su llegada, y adornarlo con un montón de cosas alusivas a ambos...; se le había ocurrido esto luego de q ella olvidase, por casualidades del hado peligroso, llevar sus llaves principales y él las encontrara debajo de su cama. Creo q tuvo q quedarse mudo un rato para poder continuar con el relato, y aprovechando ese silencio terrible un impertinente empezó a llenar con cerveza nuestros vasos. Ya lo sospechábamos aunq debíamos dejarlo continuar con su catarsis; lo q encontró al abrir su cuarto, ya perturbado por los ruidos q se oían al entrar a la casa de su amada, era la imagen de ella y un tipo en plena práctica amatoria. Dice q se dio media vuelta y se fué pero yo hasta ahora tengo mis dudas, ¡q importa eso! En alguna conversación posterior y en su descarado afán de ser disculpada, la mujer le trató de explicar q aquel hombre con el q lo había engañado era simplemente un amor del pasado y q significó nada más una tentación de una madrugada a la q no debió sucumbir, pero necesitaba ponerse a prueba de alguna manera. Que mala suerte la de ella, pensé. Juró por su vida y la de sus siguientes generaciones q había sido solamente una vez, sin contar claro con q él y su corazón ya expuesto a la peor de las penurias, intrigado y por su lado, comenzó a indagar cuán traicionado había sido en realidad, le fue fácil averiguar, pensó mucho en el hecho de q la confianza y la adoración nunca le permitieron ver cosas q eran evidentes en algunos casos.

    No sé cuan demás está decirlo, pero mi querido amigo Paul Santos sabia a esas alturas de ese tipo de engaños, verbo y juramentos con harto llanto, moco y baba de por medio, así q sobó un poco su frente y pecho e hizo lo q mejor le pareció, terminar con eso. Luego de q todos cerramos la boca, nos percatamos de q su relato había acabado; propuso un brindis por el tiempo y acotó algo más sobre como es q lo utilizamos las personas, a veces desperdiciándolo sin asco. Vendados. Se notaba q le estaba dejando de doler el recuerdo y más bien empezaba a molestarle q todo se haya ido a la basura en su vida por un solo hecho q no dependía de él, en un momento nos pidió un consejo, encarándonos para decirle si alguno creía q se merecía algo tan feo por la vida q había llevado; yo estaba perpleja, y es q en esos 4 años no me había sentido ni la mitad de mal de lo q él en una semana.

    Ahora era él quien estaba lleno de preguntas, ¿cómo pudo hacerme eso?, ¿hace cuánto me engaña,… fue una sola vez?, ¿cuánto le había costado a ese tipo poder tenerla en frente a su regreso... acaso la espero algún día como lo hizo él?, ¿se había esforzado por ella de alguna manera mientras estaba lejos..., la acompañó?, ¿la había llorado por no estar, casi todas las noches? No! Posiblemente ese hombre solo se había acordado de ella en algún momento pero no había hecho nada de eso y no estuvo presente todo ese tiempo. Por amor.

    Nadie se atrevía a decirle algo, traté de imaginarme alguna cosa para animarlo y a lo único q atiné fue a balbucear: “debe ser una mierda”, o sea, recontra fuera de lugar, es q en eso de dar consuelo de algún tipo nunca he sido buena, igual, creo q ni me oyó porq los demás comentaron cosas superficialmente y cambiaron el tema sin chistar, distrayendo con sus historias, narrando como les había ido a ellos, sin duda, todos nos sensibilizamos y elegimos empezar cada uno con su relato de las situaciones jodidas, nuestras situaciones jodidas.

    Última edición por Aldamont; 14/07/2007 a las 10:37

  18. #58
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    Predeterminado

    Propósitos

    Cualquier clase de esperanza depositada tardía y subrepticiamente en algún rincón cubierto de mi corazón se desvaneció esta noche. Al mismo tiempo, la última chispa de los fuegos artificiales con los q la gente celebraba no muy lejos de mi antiguo balcón, desaparecía para siempre en un cielo bastante bonito y limpio de estrellas; sé q no habrá forma de alegrarme o sonreír siquiera mañana.
    Alcancé a oír algunos murmullos de los q se retiraban, algo cansados de festejar quien sabe qué en agosto, los músicos dejaban sus instrumentos en paz y las idas y venidas de los autos en la avenida principal distraían mi atención como nunca antes lo habían hecho antes de hoy, después de la caída del sol. Ningún día de mi vida, en realidad, se ha parecido al de hoy. Aquellos ruidos de la calle me estremecían de una manera peculiar…, con el transcurso de cada instante -y el oído agudizado a mil- me iba sumiendo más en zozobra. Ahora me es imposible dormir, curiosamente, esta es la madrugada más silenciosa de todas las q recuerdo a duras penas. Todavía continúo atenta a los sonidos de afuera, los q en la calle se hacen característicos, aunq no siga parada en el balcón viendo gente desconocida. Me fijo en los sonidos de los autos en particular, en sus idas y venidas hasta al menos poder oír algo una vez más, sin embargo, nada se hace ruido. Se han ido todos.
    Yo te esperé hasta q innumerables cosas comenzaron a desvanecerse dentro y fuera de mí y de mi corazón, ya lo he dicho antes. He mirado de reojo uno de los cinco relojes de mi alcoba decenas de veces y con cada una iba entristeciendome un poco más, también. Evitando a más no poder, por la recomendación q en cierta ocasión me habías hecho, lloreras, lágrimas o réplicas, los saqué y cerré las cortinas de la única ventana q hay y la puerta q me lleva hacia el balcón, en otras palabras, intenté después de las 3, quitar de mi vista todo lo q me indicaba q el tiempo, irremediablemente y sin nuestra venia, transcurría dejando más y más lamentos.
    Te esperé llena de ideas nuevas y conocidas, con cada una de mis verdades acomodadas en palabras bien escogidas…, con la inocencia de una mujer q atesora recuerdos y evitaba olvidar tus simples palabras y los enternecedores saludos q me dabas por las mañanas; engañé a mis sentidos varias veces, en vano, asegurando q estabas abriéndote paso entre la gente q celebraba algo cerca, cuando podía sentir tu olor, sin duda él solamente vagaba en mi memoria. El aire y el frío intenso seguramente terminaron con las celebraciones en muchas partes más, pero no pudieron hacer nada durante un largo tiempo, conmigo y la equívoca convicción q mantuve de q te podría ver, sonriendo al verme ahí parada detrás del balcón, esperando tu llegada anunciada. Te imaginé siempre distinto a todo lo q ya conozco, a todo lo demás, por lo tanto, el saberte inspirador, de alguna manera eterno, leal y sencillo, me hizo dar todos mis intentos por ser lo suficientemente única, de todas maneras, para ti.
    Te esperé para darte explicaciones y demostrarte q los sentimentalismos no son tan malos como pensábamos, en el fondo, necesitaba darte un beso y esperar verte abrir los ojos, oír tus suspiros profundos y caminar siempre con el mismo predeterminado destino. Te esperé pensando, a ratos, sólo en cuánto me quieres y cuánto habías cuidado siempre de mí, quedándote. ¡Créeme! Recordaba a la perfección tus gestos, tus dientes, el color de tu pelo, tu sabor sorpresa y las primeras sensaciones q tuve al rozarte. No creerías cuán dispuesta estaba a ser lo q fuera q necesitaras para ser feliz, como yo (ahora sé q) no podré ser.
    Lamento lo q ha sucedido y lo q te haya impedido venir a verme y conocerme como yo quería, no poder decirte, en alguno de los tres idiomas q me gustan más, q te he amado y también esperado en mi vida... y durante esta última década mucho más. No poder plasmar todo en algún importante capítulo de los ya importantes q debes tener en tu historia, me ha dejado aparte de sin palabras, perdida entre dudas ígneas y las figuras de mis sábanas. Dicen q algunos están muertos por dentro y viven sin sentimientos q valgan la pena, en medio de afectos ficticios, carencias y actitudes dolientes y una inminente resignación q se ven obligados a abrigar porq queriéndolo o no y sintiéndolo lo suficiente o no, deben protagonizar una vida. A eso le temía yo antes de esta noche. Te esperé durante mucho tiempo, sin saber q si no aparecías podría asegurar q todas las noches venideras serán iguales: muertas, muy solitarias y sin aromas para disfrutar.

  19. #59
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    Predeterminado Re: Cuentos/Narraciones y demas Historias.

    Serie de historias jaladas de los pelos

    1. Llegaron

    La primera vez que la escuché intenté disimular mis emociones, aún así estuviera sólo, no debía cambiar la expresión de mi rostro por ningún motivo, jamás podría perdonarme el mostrarle al mundo lo que en ese momento inundaba mi mente y mi cuerpo, lo que en ese momento significaban esas dos tibias gotas de llanto, de dolor o de regocijo, de mí ya no era más parte, no mucho más que mi propia alma inmortal ni mis propios designios.
    El la miró con la fuerza del universo y ella no supo para donde correr, calles y plazas, esquinas y veredas, nada escapa de su mirada porque todo es su mirada...
    Déjame de una vez - dijo entre lágrimas -, déjame por favor.
    ¡Jamás! - gritó desde el alma - Ahora lo soy todo, porque tú indiferencia me hizo conocer el vacío. Ahora debo serlo todo, por tí, para tenerte y nunca, y nunca más llorar sobre mi desdicha.

    Joao de Lima, un regente del orden frustrado, un escritor sin ideas, un poeta de los sentimientos nunca adquiridos, pasaba sus días entre la fiebre que este mundo ha hecho de su vida, cansado de todo, debe vivir la rutina sin más queja que su pensamiento rugiendo como león enjaulado. Hoy, como hombre de carne y hueso que es, pasea líbido entre las ruinas de lo alguna vez llamado hogar y que ahora es una cárcel, solo faltaría que la puerta se cierre y alguien le esconda la llave, entonces moriría contento bajo la idea de no haberse suicidado, sino de haber sido traicionado por un forastero invisible. Como decía, pase líbido por los pasillos de su vulgar morada, piensa en la sosobra del aparato que lo gobierna y que directamente influye en su vida, no más que el mismo; pero vamos, se dice, a algo hay que culpar, si yo fuera responsable de todo esto sería insoportablemente triste, abrumadoramente realidad.
    - Me sofoca, Joao, no puedo seguir con esto, sácame de este lugar - ruge el prisinero.
    - Para ti he creado compañeros, juega con ellos, que a mi ni caso - llorá la locura eterna en la mortalidad de su cerebro humano.
    Y es que acaso puede un hombre sólo ser feliz. El mundo le decía no; pero insistía en el sí, porque, sinceramente lector, más allá no hay nada más para Joao.
    Aquella tarde murmuraba el enfermo, entre sus locuras se desconectaba del cuerpo y volaba por muchos lugares y entre muchas personas. Era en una de esas, que de cuando en cuando, la imaginación se mezclaba con lo real y producían el efecto de poder sobre las cosas, nada más falso decía el león, nada mejor se decía el mismo.

    Fue justo aquella tarde que entre fantasías escuchó la melodía, la más hermosa, saltó la idea desde su cabeza; no podía ser real, debía ser un sueño. Se levantó del letargo de su hacinamiento y camino hacia donde su oído le mandaba. Se le ordenó salir de la casa, cruzar la puerta donde el forastero aguarda, lo saludó con la mirada, también se le ordenó correr, muy rápido, a toda marcha por caminos de tierra, sortear polvaredas y vehículos, pobladores andrajosos. Se le ordenó, finalmente, parar.

    Era una casa hermosa de pliegues y grandes ventanas que reflejaban el sol del atardecer, a través de ellas distinguía unas finísimas cortinas y más allá los adornos de ostentaban las familias ricas de ese entonces y en ese lugar. Caminó alrededor siguiendo la música, de repente paró de sonar, meditó un rato y observó detenidamente las ventanas, logró distinguir una entreabierta, se acercó.

    Parecía como si la casa lo invitara a pasar, cómo si aquel lugar, justo debajo de aquella ventana, fuera más bajo que el resto. Era necesario y muy fácil trepar; pero no lo hizo. Se quedó allí sentado esperando volver a escuchar la melodía. Pasaron horas y todo seguía igual de tranquilo que en su celda, ahora la luna brillaba sobre el cielo iluminando su figura, pronto pasarían los guardias buscando a los vagos y ladrones para llevarlos al ejército, a la guerra, él tenía sus documentos así que no se preocupaba. Más bien estaba contento, sabía que en cualquier momento volvería a escucharla y entonces treparía hasta la ventana para averiguar el origen de la melodía, de aquel dulce piano.

    Y allí estaba otra vez, perturbando su conciencia, esa hermosa melodía. Maldita sea la hora, pensó.

    Una vez Joao de Lima, hiciste de la infelicidad tu arma, y ahora, viene hasta ti el tormento de tu conciencia, de la forma menos prevista.
    Metió su mano al bolsillo del pantalón, rebuscó hasta encontrar lo que buscaba, tomó un pedazo de papel que tenía reservado para la ocasión, enrollo lo encontrado en el papel y lo dejó a su lado, luego sacó el arma que tenía escondida, verificó que estuviera cargada; aunque lo contrario fuera imposible, siempre estuvo lista, el sabía que el momento llegaría. Arrojó un breve suspiro y empezó a escalar apoyando sus pies y manos entres los espacios que dejaba la decoración de finos bloques de piedra que adornaban la pared de la gran casa. Pronto estuvo muy cerca, hizó un último esfuerzo y logró sostenerse por la base de la ventana, entonces la vio, a su víctima, y sintió como estallaba el deseo dentro de él, era la música más hermosa interpretada por la más preciosa. Joao se sintió digno de tal recompensa.

    Unos fuertes estruendos perturbaron su majestuoso momento, ella lo miró y el cayó al suelo. Más allá un hombre grita, Joao no escucha nada, sentía que todo desaparecía entre la niebla...antes, alcanzó a ver las luces en el cielo y sintió el temblor de la tierra. Ella lo miraba desde lo alto, parecía estar preocupada.

    El teniente Francis revisa unos papeles en su oficina, lee uno detenidamente, a otro sólo le echa una ojeada y pasa al siguiente. Sea abré la puerta de un golpe...
    - ¿Cómo? ¿No has escuchado los ruidos? - pregunta ella.
    - Claro que sí - responde él.
    - Ya están aquí - le dice misteriosa - ¿Debemos plantar cara?
    - No - responde él -, será mejor dejar la ciudad junto a los otros. Búscala, debe estar por llegar.
    - ¿Cómo sabré quién es?
    - Ni ella sabrá quién es.
    Última edición por MSC^BlueEyes; 03/11/2007 a las 23:02
    Bleu
    Bueno ya que estamos con esto de las redes sociales, ahí va mi tumblr:
    http://bleudchanel.tumblr.com/

  20. #60
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    Serie de historias jaladas de los pelos (No necesariamente en un orden estricto)
    2. La Señora del Castillo

    Aquella mañana Francis despertó, como siempre, con la brisa que entraba por los agujeros en los maderos con los que había tapado su ventana. Eran épocas de mala suerte para él y para en general el resto de sus vecinos. A la policia, de la cual él era miembro, tampoco le iba bien, muchos crímenes y pocos culpables, los civiles por lo general no les tienen mucha confianza ya, más aún cuando el clima externo no es el mejor. Algunos conflictos en las fronteras han terminado por dejar sin recursos a la fuerzas del orden urbano y poco a poco han ido cediendo terreno, es en el afán de no quedarse vagando que Francis continúa haciendo lo que debe lo mejor posible. Hace un par de años que no asciende, ya quisiera ser capitán; pero sigue siendo teniente, a veces piensa en el esfuerzo que le costó llegar hasta ahí y en lo poco que esto ha colmado sus espectativas y a veces, muy esporádicas, recuerda a su compañera de siempre...que desgraciadamente sigue sin paradero conocido.

    Hoy ha ido temprano a la oficina, algunos aún no han llegado, su capitán lo espera, parece tener algo importante entre manos, luce preocupado, como que suda, tal vez sea por el calor infernal que llena el vacío de estos días.

    El capitán lo saluda y le entrega un papel, es una imagen, una fotografía de algún lugar muy hermoso. Le hace unos gestos como indicando lo que debe hacer, Francis asiente con la cabeza. Finalmente, el capitán le estrecha la mano, le da unas palmadas en la espalda y lo despide con una sonrisa.

    ¡Y no olvides llevar algo para leer en el camino! - le grita el capitán desde la puerta por la que segundos antes ha salido Francis, el futuro capitán Francis Bernet.

    Camina con la frente en alto por las calles que lo llevarán hasta su apartamento a empacar las cosas necesarias. Algunos niños juegan bajo la sombra que deja el sol matutino, gritan, corren, se divierten indiferentes ante la desgracia que lentamente se acerca hacia el país. Hombres y mujeres, en esa maraña de emociones, caminan hacia sus respectivos destinos entre el calor cada vez mas agobiante. Para cuando llegué al edificio ya será insoportable, piensa, sólo un poco más, la camisa le pesa, le sofoca, los pantalones de tela sintética queman su piel, sus pies arden, al fin ha llegado.

    Partió esa misma mañana, hacia el Castillo D...

    A la semana siguiente llegó un informe a las manos del capitán, y el cual este resumiría en un pequeño relato que contaría luego en cada borrachera y en cada lugar hasta el final de sus días, en primera persona, como si fuera él quién estuvo ahí y no Francis a quién después de ese día no volvió a ver. Luego de escucharlo una vez, un viejo charlatán lo adaptó sumándole algo de su propia cosecha, contándolo a todo lugar al que iba, de la misma manera que lo hizo el capitán.

    Fue uno de esos días, que entre trago y trago, el viejo charlatán no tuvo más con que pagar y dijo: "Escúchenme todos basuras, escoria de la sociedad, he aquí un hombre que ha vivido y ha visto cosas que ustedes nunca, ni en sueños, podrán siquiera imaginar; pero algo más, prometo contarles este magnífico relato si alguien me invita otra botella". Estaba ahí un joven algo desaliñado que al instante se paró y le ofreció una botella al charlatán, tome, le dijo, nada más. El borracho empezó con el relato...

    Llegué a aquel increíble palacio una mañana soleada, era inmensa a la vista, muy bien trabajada en adornos y demás detalles, al frente una gran puerta y la fachada llena de hermosas ventanas, como talladas en el mismo mármol que cubría las paredes. Vi más lejos y como en sueño, estaban ahí esos hermosos patios cubiertos de un fino, muy bien cuidado césped, frondosos árboles formaban un muro exterior, más hacia afuera una extensa reja de hierro forjado rodeaba los terrenos de la familia, por un lado verde y por el otro todo era colores de flores, aparentemente un campo Elisio reservado para familia. Todo esto maravilló mi vista y mente, de repente surgieron nuevas ideas sobre la riqueza, cambiaron mis ideales y en ese momento sólo pensaba en cómo hacer para ingresar a ese hermoso sueño. No era necesario, un sirviente me invitaba a pasar.

    Fui recibido muy amablemente, con todos los honores de un príncipe, se me ofreció bebida, un lugar donde dejar mis cosas, las llevaría un sirviente, una habitación, no hizo falta identificarme, ellos sabían quién era yo. Luego me llevaron a través de bellos pasajes, decorados con pinturas tan antiguas como enigmáticas, el Duque de Frambella y su mutilada esposa, Siby una oreja, se dice que una bruja le arrancó la otra en pago por darle el corazón del duque, nunca se supo con exactitud ni se comprobó nada, ambos murieron en un incendio. Jen de Flandes, la más piadosa y sabia gobernante de aquel hermoso país, en el pasado por supuesto. En esta época las monarquías han sido disueltas, mi padre luchó por ello.

    - ¡Un brindis por mi padre, y el de ustedes, que imaginen si los vieran ahora, sarta de borrachos sin mayor beneficio! - exclamó. Los hombres rieron, el los miró satisfecho y continuó con su relato.

    Entonces me encontré en un gran salón circular cuyo techo era una cúpula inmensa que terminaba en un pequeño agujero adornado por una hermoso rubí, lo cual de alguna manera distorsionaba la luz dándole un tinte rosado, que concordaba perfectamente con lo que estaba por ver.

    Entró al salón una mujer vieja acompañada por tres sirvientas, portando cada una distintos objetos preciosos que parecían ser del uso diario y recurrente de la mujer vieja, a la cual llamaré Señora D... por el respeto que se merece una mujer de tan alta alcurnia, llevaba un vestido largo y muy adornado, le cubría hasta el cuello, no entré en más detalle. Había más, detrás de ella venía caminando con un poco de prisa otra mujer, más alta, muchísimo más joven, en ese momento hubiese dicho que tendría menos de dieciocho años por la inocencia de su rostro, el de casi una niña con mirada seria, llevaba un vestido blanco con encajes, entallado en el torso con un escote algo reservado, largo hasta cubrirle los pies, alcancé a ver su calzado, en realidad no tenía calzado, el piso estaba tan limpio que ella andaba descalza, tal vez la rebeldía de la edad; de todas maneras me sentí incómodo porque yo si llevaba mis viejos zapatos y de seguro estaba ensuciando el piso, giré para verificar mis ideas y vaya sorpresa: un grupo de sirvientes iba limpiando mi rastro.

    Era una mujer muy hermosa, quedé prendado apenas la vi y traté de acercarme un poco para llamar su atención; pero no hizo caso de mí, ella hablaba algo con la Señora D..., no logré dinstinguir nada, estaban muy lejos, decidí seguir observando el paisaje de aquel salón. Entonces las vi, afuera en el campo de flores, el campo Elisio, estaban varias mujeres con vestimenta elegante jugando como niñas con las flores, adornando a algun sirviente y sirvienta y luego riéndose de ellos, conversando; una de ellas me vió, ninguna me prestó mayor interés, de todas maneras no me interesaba, yo sólo pensaba en aquella con la cual compartía el salón.

    La Señora D... me llamó, me explicó porque estaba allí, yo ya lo sabía, me dijo que fuera muy atento y prestara atención sólo a mi trabajo, un detalle importante teniendo en cuenta a las habitantes de aquel lugar, de todas maneras, yo tenía mis prioridades, era un investigador de la policia. Finalmente, indicó a unos sirvientes que me llevaran a hacer un recorrido, no dijo nada más. Estaba claro que, de su parte, no era tan bienvenido como percibí de los sirvientes.

    Los primeros dos días no hubo mayor novedad, desayunaba, almorzaba y cenaba en la mesa con la Señora D... y sus hijas, allí me enteré que las mujeres que jugaban en el patio eran sus hijas, en total diez, sumando a la mujer joven que me atrajo tanto. Conversaban mucho entre ellas; pero como que dejaban de lado a la mujer joven a la cual llamaré Señorita D..., para evitar confundirlos, y a mi no me prestaban la mayor atención, así que en un principio mis únicas conversaciones fueron los sirvientes y contadas veces con la Señora D... con la cual hablábamos sobre mis objetivos y del cómo la estaba pasando hasta el momento. Pero a la mañana del tercer día, mis esperanzas de una misión sin incidentes se desvanecieron y no se porqué me esmeré en pensar que sucedería lo contrario, como había leido en el papel que me alcanzó el capitán, aquí pasaban cosas muy extrañas. Ni enterado que estuviera...

    Esa mañana me llevaron a pasear por los muros del castillo, espléndido, comenté, por fuera una formidable fortaleza y por dentro una maravillosa mansión, que gran idea. El sirviente que me acompañaba sólo sonrió, yo trataba de ser amistoso, esa era una gran señal. Paseamos por la parte superior de la muralla exterior que ahora servía de fachada para el edificio, realmente un gran trabajo de arquitectura. El sirviente comentó que las modificaciones necesarias para que el castillo pareciera más una mansión fueron hechas mucho después de que el mismo perdiera su uso como fortaleza; pero que también al hacerlo, surgieron otras amenazas, es así que una parte de la muralla quedó en ruinas y que lentamente se está reconstruyendo, le pedí que me llevará a esa parte en ruinas; el me comentó que no habría mayor inconveniente.

    Así llegamos al lugar en el que el edificio perdía su esplendor. Piedras caidas y rotas, otras resquebrajadas, algunas sueltas. Le pregunté al hombre si no era peligroso, el me respondió que nadie tenía permitido pasar por ese lado del castillo, ni por dentro ni por fuera; pero que en mi caso se hacía excepción por ser una autoridad que necesita investigar, asentí con la cabeza indicando mi aprobación. Llevamos el trayecto muy tranquilamente, por momentos el el sirviente se detenía para comentarme sobre los paisajes que desde allí se observaban, sobre el cómo algunas montañas habían perdido su color y otras lucían cada vez más altas, hasta se atrevió a cambiar de tema y comentarme algo de política, yo también cambié de tema. Intenté que me contará cómo es que la muralla había terminado así en esta parte; pero no obtuve mayor respuesta que "no lo recuerdo bien" o afines, finalmente pareció ceder y comentó algo acerca de un grupo de soldados que intentó entrar por la fuerza hace ya unas cuántas décadas, "cuando la señora D... aún estaba en el vientre de su madre", dijo; no insistí por ser asuntos que ya correspondían a una época que era mejor olvidar. Ya casi terminábamos el recorrido cuando en un descuido mío hice caer una de las piedras que se encontraba suelta, era un bloque regular, miré hacía abajo preocupado pero no había nadie herido ni muerto, la piedra estaba ahí resaltante entre el verde común. Pedí las disculpas del caso y el sirviente no pareció muy interesado, me dijo que después lo arreglaría. Vaya que me sentí aliviado. Entonces sucedió, cuando casi terminabamos el recorrido me decidí a girar para ver el lugar que había dejado la piedra; pero no, señores, la piedra estaba allí mismo donde estuvo antes de que la hiciera caer. Le pregunté al sirviente si sabía que había pasado, él sólo dijo: "A veces el castillo se repara sólo". Ante tal burla pregunté que si el castillo podía repararse sólo porqué no se reparaba por completo; el respondió que habían lugares que no debían ser reparados y tenían que permanecer como están y estuvieron. Más allá un grupo de hombres trabajan reparando otra parte de la muralla, una que era fácil de divisar para un visitante. Ya casi terminaba, todo quedaba como el resto del castillo, maravilloso. Decidí no seguir conversando con aquel sirviente, pensando en que quizá me esté haciendo una sucia treta o burlándose de mi ignorancia, de alguna manera esa piedra había vuelto a su lugar y no sé si eso fuera una broma.

    Esa tarde fui al pueblo más cercano, un lugar acogedor de casitas de madera y que inspiraba un sentimiento de lugar soñado para los últimos días de vida, muy acorde con mi estado de ánimo en ese entonces. Encontré un lugar para beber algo y entré, había sólo un par de hombres algo borrachos, pedí una copa. Pasado un buen rato decidí que ya era mucho, estuve hablando un poco con el cantinero, eso ayudó; entonces decidí comentarle sobre mi misión y el lugar en el que me hospedaba. El hombre empezó con la misma cantaleta que había leido en el papel del capitán, vaya novedad, lo escuché un rato, no tenía mejor cosa que hacer. Entonces me sentí algo espontáneo, y le comenté sobre la Señorita D..., sobre lo hermosa que era. Uno de los borrachos echó a reír, luego balbuceó algo. Me acerqué. ¿Acaso he dicho algo gracioso?, le pregunté mientras trataba de buscar sus ojos, el alcohol me llenaba de hombría, quería que respondiera algo grosero para empezar la pelea; pero el hombre no hizo nada grosero, alzó la vista...

    - Usted, señor, dice Señorita D... como si esta fuera hija de la Señora D...- dijo el hombre.
    - ¿Qué sabes tú sobre ellas? - pregunté
    - Yo sólo sé, señor, que la Señorita tuvo una madre que no es la Señora D... y un padre que la amó demasiado...
    - ...la amó mucho sí, señor mío, la amó más que como un padre, la amó como un hombre ama una mujer - interrumpió su compañero.
    - ¿Qué quieres decir? - no podía salir de mi sorpresa, mi cabeza se llenaba de preguntas.
    - Que ese hombre estaba mal de la cabeza, se volvió loco de amor por la niña...
    - ...la deseaba - interrumpió nuevamente.

    No podía salir del estado de shock en el que me encontraba, no podía creerlo, eran mentiras, malditos borrachos.
    - ¿Cómo saben ustedes todo eso? - pregunté sin ocultar en mi tono de voz la ira que me invadía al ver el nombre de aquella mujer tan manchado en tan poco tiempo.
    - El "cómo" no hizo falta, fue el mismo Señor D... quién vino hasta aquí se sentó en el mismo lugar donde tu estás ahora y...
    - ...nos contó eso - interrumpió -, éramos varios ese día, mis compañeros y yo, ahora sólo quedamos nosotros.
    - ¿Dónde están los demás?
    - Qué se yo, deben andar por ahí, tal vez muertos, tal vez vivos en alguna cárcel. El hecho es, señor, que las mujeres de aquel lugar no son lo que usted cree y es mejor que tenga cuidado si piensa seguir con lo que ha empezado - de repente su voz cambio de tono, de un borracho cualquiero pasó a ser un hombre serio con un tono autoritario. Luego se pararon, se acercaron a la barra y pagaron, el cantinero parecía indiferente ante tal conversación; yo también pagué y fui directo al castillo, no me interesaba preguntarles más.

    Aquella noche pensé tanto en las palabras de esos hombres que al dormir tuve una pesadilla, empezaba como un sueño erótico de tantos y terminaba conmigo cayendo como si fuera una piedra desde el muro del castillo. Vaya suerte, ahora les tendría miedo de tan sólo mirarlas a la cara. Debería aparentar mucho, era el último día en el Castillo D..., llegando a casa escribiría mi informe final, en conclusión: Sin mayor incidente.

    Fue en el desayuno que me enteré sobre las visitas, aquella conversación fue algo más amena de lo normal, y así es que me atreví a preguntar sobre el porque de tanta servidumbre y cuál era el pago que recibían, algo como para anotar en mi informe señalando las buenas condiciones laborales, me mostraba complaciente. La Señora D.. respondió rápidamente, ellos sirven por lealtad a la familia, se les brinda abrigo y comida, más nada, ellos están aquí porque quieren, yo no los obligo a hacer nada que no deseen y se pueden ir cuando deseen. Esa respuesta no me pareció creíble, pero ya no tenía ganas de hacer más preguntas, no fuera a ser que me encuentre con respuestas como las que me encontré en el bar del pueblo, no qería más sorpresas.

    La mujer me comentó que alguien muy importante vendría a visitarla, no aguanté la curiosidad, ¿quién sería?, era una pregunta con una respuesta simple, nada que temer. El nuevo presidente, respondió, viene a hacernos una visita. Atiné a sonreir y comentarle sobre lo agradable que sería ver de cerca a la máxima autoridad del país, para mí por supuesto, ella lucía muy tranquila.

    Estuve caminando de aqui para allá tomando notas y entrevistando a otros sirvientes sobre asuntos triviales. Luego de cansarme de caminar por los corredores y salones de ese inmenso edificio busqué un lugar acogedor para sentarme y empezar a redactar mi informe, me pareció mejor empezar ahí. Escuché unos ruidos, estaban algo lejanos pero podía distinguir que eran dos personas discutiendo, traté de buscar el origen de las voces. Logré dar con un largo pasillo al final del cual tenía la seguridad de que se ubicaba el origen de las voces, caminé con mucha cuidado para que no se percataran de mi presencia. Finalmente las vi, era la Señorita D... y una sirvienta, discutían acaloradamente, la Señorita D... parecía estar llorando, le hacía gestos como reclamándole algo a la sirvienta, la mujer también lloraba pero tenía la expresión de haberse quitado una gran carga de encima, digo esto porque antes ya había visto a esta mujer, junto a la Señora D..., en ese entonces parecía agobiada por algo, y ahora era diferente. Discutieron un poco más y luego cada una tomó un rumbo distinto. Me limité a observarlas.

    Más tarde volví a ver a la misma sirvienta que parecía increparle algo a la Señora D..., otra vez me había acercando con cuidado y permanecía escondido. La sirvienta parecía confiada, no miraba a la señora como una sirviente, sino como si pretendiera estar a la altura de la Señora D...; mientras que la señora sólo la miraba con esos ojos de siempre, confiada, astuta, por momentos arrugaba su rostro como pensando o intentando recordar algo. Luego la sirvienta pareció terminar su discurso, la Señora D... no decía nada, permanecía quieta mirando a la sirvienta fíjamente; pero de repente cogió del cuello a la sirvienta y empezó a estrangularla. La sirvienta intentó defenderse cogiendo las manos de la señora D... pero era débil, poco a poco su mirada desesperada iba cediendo. No alcancé a ver más, porque para cuando me disponía a intervenir, algo me golpeó la cabeza y caí al suelo sin más.

    Desperté horas más tarde, el sol aún alumbraba fuerte y había un movimiento inusual en el palacio. No lograba recordar claramente lo que había sucedido, sólo logré visualizar a una persona siendo estrangulada; pero era como si hubiese sido un sueño, no recordaba nada claramente, eran fragmentos de un gran rompecabezas. Me dispusé a bajar para ver que sucedía, antes, como ya tenía las cosas listas, le pedía a un sirviente que las llevará afuera y que esperará a un coche que llegaría en unas pocas horas para sacarme de ese lugar.

    Bajé las escaleras principales y me encontré con ese hombre rodeado de guardias, acababa de entrar al palacio, era un hombre poderoso, era el mismo presidente de la nación. La Señora D.. caminó hacía él y lo saludó entregándole su mano para que el presidente la besará, así sucedió, la Señorita D... hizo lo mismo. Decidí seguir a la comitiva de cerca, de cualquier manera seguía siendo un investigador en mis últimos momentos de trabajo. El presidente miraba admirado la belleza del lugar, hasta comentaba algo sobre las pinturas que no mencionaré por ser detalles banales. Luego sucedió...

    El presidente preguntó sobre la servidumbre y el porqué de su permanencia en el castillo, la mujer le comentó lo mismo que a mí; pero el presidente no pareció convencido. Entonces, el hombre de gran poder, hizo una declaración infortunada.

    ¿Cómo es posibe que en estos tiempos todavía se de este tipo de esclavitud? - preguntó airadamente -. En mi gobierno se acabará todo esto, no más poder para los ricos y menos para los pobres, yo le daré poder a estas personas sobre sus propias vidas. Ordeno ahora que todos los sirvientes de esta casa se vayan de aquí, no están más al servicios de la familia D... ¡Son libres!

    La Señora D... arqueó una ceja, miró fijamente a los sirvientes que estaban en el salón.

    ¿Qué esperan? - preguntó -, vayan a decirle a todos que son libres, que se pueden ir largando ahora mismo. ¡Ya!

    Todos los sirvientes entendieron el mensaje: "Denle las gracias a este señor que los ha dejado sin techo ni comida, servidumbre es lo que sobra en este país". Los ex-sirvientes sacaba maleta tras maleta, algunos con miradas tristes, otros aparentemente complacidos, otros indiferentes a la realidad insistían en quedarse. Mientras tanto, las hijas los miraban también tristes, excepto la Señorita D..., a ella no le importaban, había algo que la preocupaba más, alguien.

    Entraron en el salón principal, el hombre poderoso no paraba de elogiar a la Señora D... por su digna conducta, ella no dejaba de sonreír. Pasaron a otro salón en el que se hallaba una silla blanca muy alta y ancha cubierta por una cortina blanca, detrás de ella se notaba, un pequeño bulto que rompía la lisa caida de la cortina. La Señorita D... fue la primera en percatarse, se acercó rápidamente y retiró la cortina y luego la silla...

    Allí estaba el cadáver de la sirvienta con la que discutiera anteriormente, las imágenes regresaban a mi cabeza, era ella, ahora estaba envuelta en una especia de plástico que alteraba ligeramente la expresión de su cara, estaba toda cubierta con ese plástico. Se acercó al cadáver el médico del presidente que también iba con la comitiva. Mientras que la Señorita D... hechó a llorar, luego giró y le increpó a su supuesta madre.

    - ¡¿Por qué la mataste?! - gritó entre lágrimas. La Señora D... sonreía, como conteniendo la risa, miraba fijamente a la Señorita D...
    - Hoy me dijo que era mi madre, yo ya lo sabía; pero ¿Por qué esperaste hasta ahora para matarla? - preguntó algo más calmada, tal vez temerosa por la confianza que mostraba la Señora D...
    - Efectivamente está muerta - dijo el médico que ya había sacado el cadáver del plástico.

    La Señorita D... caminó con sus pies descalzos, se acercó a mí.

    - Te he salvado la vida - me dijo -, vete ahora mismo de aquí. A la Señora D... pareció no importarle tal gesto, seguía sonriente, miró al presidente y luego se concentró en el cadáver.

    Entonces se escuchó un ruido, el medico había caido al suelo, aterrorizado, los demás hombres también parecían estarlo, temblaban. La sirvienta, la verdadera madre de la Señorita D... se había reincorporado y ahora estaba sentada con los ojos cerrados, calmada. ¿Qué pasaría ahora?

    La mujer abrió los ojos y gritó, gritó muy fuerte, el eco pareció extenderse por todo el palacio, rebotaba en las paredes y regresaba con más fuerza, sentía que en cualquier momento se me iban a romper los timpanos. Era un grito de horror, de miedo, como si hubiese visto al mismo demonio en persona, como si hubiese estado en el mismo infierno y regresado. Y acaso era eso en verdad lo que pasó, era por eso que la Señora D... estalló en carcajadas apenas empezó el gritó de la mujer, es por eso que la mujer no dejaba de gritar al ver la expresión de gozo de la Señora D...

    El presidente estaba horrorizado, llorando de miedo y sus hombres no eran menos. Creo que esa era la venganza de la Señora D..., por haberse comportado de esa manera en su casa, políticos...hombres poderosos.

    Me apresuré en salir del palacio, sin antes intentar hablar con la Señorita D..., no pude encontrarla por ningún lado. ¿En verdad me había salvado la vida? Tampoco quise preguntar nada más, supongo que ahora tendría que cambiar mi informe sobre esto, creo que diré la verdad, sobre como el presidente y sus hombres salieron corriendo como niños asustados por una vieja bruja. Seguro me colgarán, pensé, vaya destino el que me aguarda.

    Metí las maletas en el coche que me esperaba y le entregué mi informe que acababa de terminar al chofer. "Para el capitán", le dije, el ya sabía a que capitán me refería, era un buen chofer después de todo. Me preguntó si no vendría, claro que no, tengo que ir a otro lugar. ¡Ah! Olvidaba algo, le entregué otra carta; esa es mi carta de renuncia a la policía, le dije, ya todo terminó para mí.

    - En ese entonces hubiese sido así; pero ya me ven aquí disfrutando de la vida junto a ustedes, vagos parásitos, borrachos adictos - dijo el charlatán ya seriamente afectado por el alcohol.
    - Pero ahí no termina - intervino el joven desaliñado cuyo vaso aún permanecía lleno -, te faltó lo que pasó después, un pequeño detalle.
    - ¿Qué sabes tú de mi historia?
    - Lo sé porque el hombre de la historia no se fue a otro lugar, él, señor, se fue a buscar respuestas - dijo. Cogió un bolso que tenía a sus pies y se marchó dejando unas monedas sobre la mesa.

    Unas cuadras más allá Angela intenta forzar la ventana lateral de una casa, ya casi lo logra.
    Última edición por MSC^BlueEyes; 03/11/2007 a las 23:02
    Bleu
    Bueno ya que estamos con esto de las redes sociales, ahí va mi tumblr:
    http://bleudchanel.tumblr.com/

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